La socialité quiso aprovechar la ocasión para hablar sobre ella y dar a conocer partes de sí misma que pocas veces ha mostrado: "Yo tenía mucho sentido del humor y decía muchas 'patochadas'", y añade: "Yo no era muy consciente de que había que ser políticamente corriente, y sigo sin serlo". Tiene claro que esto la llevó a dar una imagen que dice no corresponderse con lo que realmente es: "Me pusieron una imagen de pija, millonaria, tonta perdida que debe ser medio 'borderline' que le falta un hervor".
Quiso también aclarar unas polémicas declaraciones sobre la crisis que hizo años atrás y por las que fue muy criticada: "Lo que dije es que cuando hay una crisis los que pierden son los que tienen algo que perder. Si tienes un trabajo y lo pierdes, te está afectado la crisis. Pero si no tienes nada, es que vives en la crisis permanente", y explica:"Eso es lo que quise decir y lo cambiaron. Yo lo estaba viviendo en mi propia piel con amigos míos, por eso lo dije".
Su mayor crisis
La repentina pérdida de su marido en un trágico accidente de coche fue algo que también marcó mucho la vida Carmen Lomana: "Pasas de la mayor felicidad al mayor horror", dice: "Creía morir y que nunca iba a salir de esto". Asegura que en esos momentos de tristeza no podía salir a la calle ya que "no entendía porque la gente iba tan feliz y se reía tanto" y añade: "Estaba muy amargada, muy resentida con la vida". Su madre fue la persona que le ayudó a salir de esta profunda depresión: "Mi madre me dijo: 'en la vida a veces hay que hacer un 'breack', cortar y empezar otra, tú no te puedes quedar eternamente colgada del dolor, de la melancolía', y tenía toda la razón". Por eso, desde ese momento su lema de vida es "vivir cada día como si no hubiera un mañana".