"Es el momento en que uno toma conciencia de que esa persona ya no está con nosotros y hay muchos momentos que hemos vivido bonitos porque son las cosas de mi madre. Yo cada vez que voy a su casa me paso el día oliéndola. Todas las madres tienen un olor peculiar", explicaba. Tras esto, se centraba en el tema del vaciado de la casa: "Esto que hemos hecho mi hermana y yo y sus nietos, nos hemos llevado lo que hemos querido. Cada uno tenemos una percepción de las cosas que tenía mi madre".
"Para cada uno significaban una cosa, cada uno se ha llevado lo que ha querido y es algo que hacen todas las familias cuando ocurren. La gran mudanza y la gran pena pena de mi madre no es este momento que estamos desmontando, para mi madre fue muy doloroso salir de su anterior casa, esa mudanza le hizo mucha mella. Ahí es donde más cosas se deshizo ella. Hay momentos en que tampoco puedes guardar todo porque no tiene ningún sentido", contaba en el programa.
La colaboradora ha seguido dando algunos detalles: "Nosotras tenemos nuestras casas montadas, mi madre tenía muebles muy buenos que compró con mucho cariño y tampoco los vamos a tener guardados en un guardamuebles porque tampoco tenía sentido. De sus objetos personales están en manos de su familia y así seguirán siempre, en manos de sus hijas, sus nietas, su nieto y así es como hemos querido que sea, sin ningún tipo de ruido. Es algo que ocurre en todas las familias cuando ocurre una pérdida tan grande como la de una madre o una abuela".
Recordándola con cariño
Carmen Borrego ha explicado que el primer momento de pisar la casa es muy complicado: "El primer día que entras es muy duro porque no te atreves a entrar. A mí luego me ha dado paz estar allí con sus cosas, con su olor. Las cosas que más quería mi madre las tenemos nosotras. Tener ciertas cosas de nuestra madre en nuestras casas hace que esté más cerca de nosotros aunque desgraciadamente esté tan lejos".
Sobre su hermana Terelu, la colaboradora decía: "Está como estamos todos. Esto es una montaña rusa, hay momentos que tienes que vivir, tirar para delante, trabajar. Yo hablo mucho con mi madre y eso me da mucha serenidad. Me levanto y hablo con ella, me acuesto y hablo con ella, le digo que está todo bien, que se tiene que ir tranquila, que tiene que estar muy orgullosa de lo que ha dejado aquí porque siempre estaremos unidas, que eso era lo más importante para mi madre y así estamos, unidas y queriéndonos como nos hemos querido siempre".
Es inevitable que le preguntan sobre su estado y si empieza a superar la pérdida, algo de lo que es muy pronto para hablar: "Es muy pronto. En esto todas estamos sanando la pérdida pero también estamos sanando lo que hemos vivido. No es fácil. Yo he encontrado algún escrito de mi madre pero el simple hecho de ver su letra es lo que más me ha consolado y lo que más me ha gustado", decía sobre sus hallazgos en la casa de su madre.