Para darle ánimos en esta aventura Víctor Janeiro ha recibido una visita muy especial y totalmente inesperada. Su madre, Carmen Bazán, hacía su aparición estelar tupper en mano para apoyar a su hijo y darle todo su cariño. Lo cierto es que su visita a 'Pesadilla en el Paraíso' supone una reaparición en toda regla, pues la matriarca del clan Janeiro Bazán ha permanecido alejada de la televisión desde hace muchos años, cuando sus hijos le dieron un toque para que dejara de acudir a los platós de televisión.
"No me llores que vengo a darte ánimos, que tienes una familia inmejorable, unos niños que son un encanto, tienes una mujer que vale un 10, unos suegros, todos estamos contigo. Cómo voy a venir, me han traído mis amigas", decía divertida a Víctor Janeiro, que lloraba como una magdalena al verla. Madre e hijo se abrazaban con cariño para, después, hablar sobre el concurso de Víctor: "Él estuvo en un reality y fue un campeón aunque digan que es un mueble porque allí no fue y ganó su reality y aquí tienes que ser igual, como tú eres".
Apoyado por su madre
"Esto es uno de los mejores regalos del mundo", decía emocionado a su madre mientras ella respondía antes de marcharse: "Tu mujer un 10, tus hermanos, tus cuñadas te apoyan, tus amigos, no puedo salir a la calle que no me pregunten por ti. Han venido amigas hasta aquí pero no le han dejado entrar. Me gusta lo que está haciendo, él no se mete en peleas, escucha. Yo el consejo que le doy es que no esté ni a favor de unos ni de otros, que esté a favor de los dos porque los dos son compañeros de ellos. Para mí todos serían compañeros".
Una vida de esfuerzo
Víctor Janeiro ha hablado con Marco Ferri sobre su vida y ha explicado cómo es su día a día: "Yo a las 7:15 me estoy levantando porque le tengo que preparar los biberones. Les enchufo los biberones y tal y como les quito los pijamas les voy poniendo la ropa del colegio y les preparo la mochila con una tartera, les pongo una pieza de fruta, un zumo o le hago un bocadillo. Con los tres es mucho trabajo y yo diciendo 'cuando me vaya anda que no me voy a quedar tranquilo'. Me decía mi mujer 'por lo menos vas a dormir' porque los tres niños son malísimos para dormir".
Además, hacía alusión a sus comienzos en la vida: "A mí ahora no me cuesta trabajo venir y hartarme de trabajar porque lo he hecho, me obligaron desde pequeñito, me enseñaron. Mis padres no nos han dejado nunca nada de herencia ni de nada de nada. Mi hermano consiguió lo que consiguió pero es suyo. Vivimos con él y arrancamos nuestras vidas ahí pero cuando nos fuimos de casa nos íbamos sin nada y a mí nunca me han regalado una casa ni mucho menos. Yo tengo mi dinero y me lo gasto pero porque lo tengo".