Con motivo del Día Intercional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer celebrado el pasado 25 de noviembre, Mediaset ha lanzado su nueva campaña de '12 meses' bajo el eslogan '#Doylacara' para dar la cara por la igualdad.
Bekia: Mediaset se ha volcado en la lucha contra la Violencia de Género. Como mujer, ¿cómo estás viviendo esta iniciativa?
Carmen Chaparro: Hay que luchar porque hay 70 mujeres asesinadas de media cada año en España por el hecho de ser mujeres. Asesinadas por sus parejas o exparejas solo por el hecho de ser mujeres. Y hay decenas de miles que han huido de su casa, por no hablar de los cientos de miles que viven amenazadas.
C.C.: La violencia de género al final no es un hombre que pega o mata a su mujer porque ésa es la parte final del proceso. La violencia empieza con un chaval en el instituto que le mira los mensajes a su novia o que le dice que la falda que se ha puesto es muy corta. Eso está pasando hoy. El otro día conocíamos que uno de cada cuatro adolescentes piensa que el papel de la mujer era estar en casa. Entonces hay que empezar a concienciar para evitar las muertes y ese estado de terror en el que viven muchas mujeres desde abajo, desde que son niños. Y espero que poco a poco podamos ir enseñando que el machismo empieza ahí, que una muerte puede empezar en la época de instituto.
C.C.: Solo llevamos una semana pero la acogida está siendo muy buena. Y espero que la gente se anime y pregunte cosas, además vamos a tener firmas invitadas. Es un blog abierto a todo el mundo que quiera participar.
B.: ¿Se conseguirá algún día erradicar esta violencia?
C.C.: El problema es que es algo que está en la socidad. Es el patriarcado, es el machismo, son pequeños gestos a los que quizá estamos muy acostumbrados. Por ejemplo, si el niño se pone enfermo en la escuela, ¿a quién llaman? A la madre. Aunque los padres están cada vez dando más, el hombre es padre al 100%, al final la organización de la casa la tiene en la cabeza la madre.
B.: Eres una mujer que lucha a diario por la igualdad. Perteneciste al Club de las 25. ¿Qué más se puede hacer por llegar a ese punto de igualdad entre hombres y mujeres?
C.C.: Lo fundamental es la educación. Educación en el instituto a los chicos y las chicas porque hay muchos estudios que demuestran que en los centros educativos hoy en día el machismo es peor que cuando yo estudiaba; si tu preguntas a una niña que si por amor cambiaría de ciudad dice que sí, pero el chico te dice que no, que es la chica la que tiene que dejar su trabajo porque lo primero es él. Pero es una educación más allá de los profesores, de toda la sociedad, de la familia,... de esos pequeños gestos a veces de que si son dos hermanos y una hermana es la niña la que pone la mesa. Y eso en algunos casos al final deriva en la violencia de género.
"Lo fundamental contra la violencia de género es la educación"
B.: Pero en teoría deberíamos ir a mejor, evolucionar,..
C.C.: Deberíamos, pero la situación es muy completa y difícil. Fallan muchas cosas, falla la concienciación, falla la educación. Están esos micromachismos tolerados que se ven bien y que pueden acabar en violencia. Muchas acciones que suceden en el día a día como, por ejemplo, a quién llaman los profesores si el niño está enfermo. Se van sumando cosas y al final crea un clima de cierta tolerancia a cosas que parece que no son machistas. La sociedad la construimos hombres y mujeres. Somos diferentes y las mujeres tenemos que tener las misma oportunidades.
B.: Hablando de mujeres que construyen la sociedad, esta semana has acudido a un acto en el que se han reconocido a mujeres de bandera. ¿Cómo valoras este tipo de reconocimientos a mujeres que llegan alto en sus respectivos ámbitos?
C.C.: Sería maravilloso que no hicieran falta que tengamos que tener este tipo de reconocimientos. Pero hay que tenerlos. Yo a todas esas mujeres que había allí les dije que teníamos que quitarnos ya de una vez los complejos porque al final nos acomplejamos muchos y ellos no se acomplejan cuando van al palco del Bernabéu o del Calderón o del Camp Nou y hacen negocios, o se van de cacería y hacen negocios, o hace negocios en clubes nocturnos,... Pero nosotras a veces nos acomplejamos muchos. Entonces miraba a esas mujeres y pensaba "cuántos excelentes Consejos de Ministros saldrían de aquí, con tanta cabeza prodigiosa que hay aquí y tanto talento y capacidad de trabajo".
B.: El eslogan de la campaña de Mediaset es #Doylacara, ¿por quién da la cara Carme Chaparro?
C.C.: Yo doy la cara por hombres y mujeres, por todo el mundo. Creo que de lo poco bueno que ha traído esta crisis en España es que se ha demostrado que somos una tribu, que ante personas que lo han necesitado hay muchísima gente que ha ido a defender propiedades de los demás, ha acogido a gente en su casa, les ha dado dinero, alimentos,... Este fin de semana se ha hecho la gran recogida de alimentos... Y eso es maravilloso. Tenemos que seguir dando la cara los unos por los otros. Yo evidentemente doy la cara por mis niñas también, claro.
B.: Precisamente hoy en día la mujer tarda mucho más que antes es ser madre porque creen que la maternidad puede ser un impedimento para el desarrollo de su carrera.
C.C.: Yo he sido madre tarde, con 38 y 40 años. Pero también he sido madre tarde porque a mi marido y a mí siempre nos ha gustado viajar y hemos estado genial como pareja. No por motivos laborales, era que no teníams esa necesidad urgente de la maternidad y la paternidad. Cuando llegó, tuvimos la suerte de que nacieron enseguida nuestras dos niñas. Ahora, que con 40 no dormir una noche es más duro que con 30, no te recuperas igual. Pero hemos tenido mucha suerte, tenemos dos hijas maravillosas.
B.: ¿Te resultó complicado conciliar la vida laboral con la profesional y la social también?
C.C.: En el caso de lo social lo he dejado todo. No salgo con mis amigos, no hago cosas interesantes que hacía, no solo actos de cine, también actor culturales, conferencias, leer, libros,... Evidentemente mis hijas son muy pequeñas -tienes tres años la mayor y uno la pequeña- y necesitan todo mi cuidado y todo el tiempo que esté con ellas es poco. Yo he vivido mucho hasta los 38 años y ahora estoy en un momento de mi vida en el que la prioridad absoluta son ellas.
B.: Ahora luchas en favor de la igualdad entre hombres y mujeres, ¿cuál va a ser la próxima causa por la que darás la cara?
C.C.: ¡Lo que me pidan! Lo que pasa es que ahora tengo muy poco tiempo con las niñas y mi familia está en Barcelona y es muy complicado conciliar con estos horarios complicados que tenemos los periodistas, pero he colaboradora con muchísimas ONGs y con muchísimas causas. Y creo que es un poco nuestro deber de personas que tenemos cierta visibilidad devolverle a la sociedad un poquito de la suerte que hemos tenido en la vida apoyando a la gente que tiene menos suerte y haciendo visible su causa.