En cambio, Rocío Flores no quiso darle tanta importancia al gesto ya que "es la organización del concurso quien determina las raciones de comida" y que "cuando se van de un sitio para otro las cosas se quedan allí", justificando así la culpa que los otros concursantes parecían querer echar encima de Olga, Ginamarco y Tom. En cambio, pese a creer que era una simple defensa, la lectura que se podía haber de lo que había dicho no gustó nada a Carlos Sobera y mucho menos a la dirección del concurso.
El presentador quiso solventarlo rápidamente asegurando que "la organización no pone la comida" y que los concursantes, como ella bien sabrá por haber estado en Honduras. "Las raciones de comida no las da la organización porque aquello no es un supermercado", añadía tirando de humor y restarle así importancia a las declaraciones de la joven. Rocío Flores miraba al resto de colaboradores desconcertada sin entender muy bien cuál era el problema en lo que había dicho e insistía: "¿El arroz no lo pone la organización?".
El resto de concursantes expulsados de la edición y ya en plató intentaron reconducir la conversación para intentar echarle un capote a Rocío Flores. Primero lo hizo Carlos Alba, quien apuntó que "la organización no hace" y que cuando los concursantes llegan a la isla "lo que hay es lo que hay", aunque si que es cierto que la organización proporciona víveres básico y en pequeñas cantidades para así no poner en riesgo la salud de los supervivientes.
Las polémica palabras de Albert Álvarez
Esta confesión pública llega apenas unos días después de que otro exsuperviviente echase por tierra lo extremo de la aventura televisiva. Fue Albert Álvarez que, como concursante ahora de 'Solos', le confesaba a su compañera Danna Ponce que "la supervivencia es limitada y la convivencia complicada". Según el deportista aseguraba que las islas en las que habitan en Honduras están protegidas y que hay muchas cosas que no pueden hacer ellos mismos por suponer un riesgo para el habitat natural: "Todo está limitado y protegido, yo no puedo hacerme mi propia cabaña de dos pisos", reconocía: "Tienes cuatro palos que te da la organización. Está todo protegido. Si tú cortas algo son 3.000 euros de multa". Ante el desconcierto de su compañera, añadía: "La leña te la traen ellos".