La última gala de 'Gran Hermano' trajo al plató de Telecinco a los dos finalistas menos votados por la audiencia para lograr el premio final del concurso. Carlos era el primero en entrevistarse con Mercedes Milá y en reencontrarse con su mujer, Ivy. Aunque manifestaba su decepción por haberse tan a las puertas de la final del reality, el muchacho se mostraba contento por ver a su pareja y por tener la oportunidad de aclarar unos temas pendientes con Suso. Por su parte, Marta también se reencontraba con sus supuestas amigas, Carolina e Ivy, con la que acabó teniendo una fuerte discusión.
Tras ver unas imágenes de su paso por la casa y su traición a Carlos por mentirle cuando dijo que no había nominado a su novia, Suso quiso pedir perdón a su amigo. "Vaya cagada de Suso. No quiero pedir perdón a Ivy, quiero pedir perdón a Carlos ", decía el catalán. " Fue todo una estrategia y no me salió bien ", añadía. Ante las palabras del guaperas, Carlos aceptaba las disculpas y defendía a su amigo: "No veo tan mal que nominara a mi mujer si le caía mal pero lo que no me gustó fue que me mintiera ", aclaró.
Mascándose la tensión, Marta entraba en el plató de 'Gran Hermano' levantando más de una ceja e hinchando alguna que otra vena. La canaria, que precisamente no había hecho muchas amistades en su paso por el concurso, se enfrentó directamente a Ivy y Carolina, que la acusaron de rastrera y falsa. La mujer de Carlos vertía sapos y culebras por la boca hablando de Marta ya que la había considerado su amiga antes de enterarse de lo que decía a sus espaldas. La canaria se defendió haciendo caso omiso de las acusaciones de ambas exconcursantes mientras hacía múltiples gestos de burl a.
Tensión y cachondeo en el plató
A pesar de los enfrentamientos que tuvieron Marta y Carlos, la pasada gala de 'Gran Hermano' tuvo un momento de lo más memorable. Mercedes Milá, recordando cuando l as chicas del concurso habían hecho "competición de pechos", quiso emular dicho torneo participando también ella. La presentadora fue pidiendo, uno a uno, que palparan sus senos para comprobar la naturalidad de estos y demostrar que no tiene nada que envidiar a las exparticipantes del concurso.