'Gran Hermano Revolution' decidió meter de nuevo a la casa a Miriam y Laura, aprovechando la expulsión de José María y el casi abandono momentáneo de Carlota. Ambas entraron pisando muy fuerte y no dudaron en hacerles multitud de reproches a las personas que habían hablado mal sobre ellas, principalmente Laura.
La concursante esperaba con ganas de venganza a muchos de los concursantes que fueron entrando al confesionario para hacerles ver que a ella le habían fallado en cuanto al tema de su transexualidad. Laura no quiso darle un beso a casi nadie de los que fueron pasando, pero el que más descolocado se quedó fue Carlos, que sí que había mantenido buena relación con ella.
Laura aclarando la situación con Carlos / Foto: TwitterAl entrar al confesionario ella le negó el beso y le dijo que no iba a ser hipócrita como él. Después de esto, Carlos quiso hablar cuanto antes con Laura para aclarar la situación y ella no dudó en decirle: " Estoy dolida contigo. Fuisteis hipócritas y cobardes, porque todos sabíais mi tema, pero ninguno me lo decíais. Habéis permitido que este tema se metiera en la casa". Además, ha dicho que la situación vivida en la cocina mientras hablaban de la película 'La chica danesa' fue "repugnante y doloroso".
Se arrepiente de sus palabras
"No voy a intentar darle la vuelta a la tortilla en una cosa que tienes razón. Lo siento mucho, de corazón", le dijo arrepentido a Laura. Luego, en el confesionario, fue aún más duro consigo mismo: "Es asqueroso por mi parte. He jugado sin saberlo con una cosa muy seria como esta. Si yo fuera Laura, habría sido mucho más vengativo. Esto es una cagada".
