Su inicio en la interpretación
En un principio, Julián López tuvo un pequeño problemita, y es que su padre no le dejaba cogerse un día para hacer el episodio piloto. "Le dije: 'Papá, quiero hacer esto con Ernesto, mi amigo de la Universidad, y me tengo que pedir un día porque quiero ir allí'. Mis hermanas y mi madre lo acogieron con mucho gozo, pero mi padre decía que si tenía que coger un día... Él no quería pero al final si fui", explicó Julián López para el programa 'No te metas en política'. Finalmente, el programa que creó Joaquín Reyes siguió adelante y estuvo compuesto por diferentes secciones con sketches hasta que el 5 de noviembre de 2006 se emitió el último programa.
De la televisión a la gran pantalla
El avance en la carrera del actor manchego no tenía pinta de detenerse, y las oportunidades le llovían. En 2010 apareció en la película 'Que se mueran los feos' y un año más tarde en dos películas más, 'No controles' y 'No lo llames amor, llámalo X', junto a actores del calibre de Paco León, Ana Polvorosa o Javier Gutiérrez. También formó parte de la exitosa película que dirigió Nacho G. Velilla, 'Perdiendo el Norte', en 2015. Además, para el 2019 está confirmada la secuela, bajo el título 'Perdiendo el Este'.
Las otras grandes pasiones de Julián López
Dejando a un lado el mundo de la interpretación, Julián López tiene un hueco en su corazón para otras dos pasiones: el fútbol y la música. Cuando habla de su equipo, el Athletic de Bilbao, siempre esboza una sonrisa y también condiciona su vida laboral: "Sufro mucho, mi agenda muchas veces va en función de los partidos, ya no solo de Liga, sino de Europa". Por eso, cuando le coincide con algún evento o trabajo le cuesta decir no a ver el partido: "Procuro que no coincida, si tengo algún evento me hago el longui y digo que no puedo", aseguró durante una entrevista para LaLiga. La pasión que siente por el Athletic podría parecer que es de Bilbao de toda la vida, pero la realidad es todo lo contrario. Su pasión por el conjunto del Athletic proviene de una herencia de varias generaciones.
Su otra gran pasión es la música y, para sorpresa de muchos, toca la trompa: "Yo siempre digo que yo de niño, en mi casa, siempre había mucho ambiente musical. Entonces, mis padres siempre ponían discos, cantaban y a mi me gustaba ver los conciertos de música clásica. Entonces claro, la trompa tiene físicamente una forma muy característica que a los niños llama la atención". Pero en su vida tuvo que elegir entre la música o su carrera en televisión, por lo que se decidió por el mundo de la interpretación.