La también hermana de Rocío Carrasco llamaba al programa 'Fiesta' para pedir al programa que no grabase el que será el museo de su padre cuando Iván González, colaborador, hacía un directo desde allí. En cambio, desde el programa aseguraban tener permiso del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes para emitir imágenes del interior. Tras esto, el reportero aseguraba que Gloria Camila estaba llamando para fastidiarle el trabajo a él porque no tienen buena relación. ¿El motivo? Habrían tenido algo en el pasado y González advertían que, si hablase, podría dinamitar la actual relación sentimental de la joven.
"Sí le has dicho a Iván que te molesta que se lleve bien conmigo"
Ante esto, al día siguiente Gloria Camila volvía a entrar en directo en 'Fiesta' para aclara algunas cosas. "Yo a Ana María nunca le he dicho con quién puede tener relación y con quién no. Yo ahí no me meto", decía después de que se comentase que a la hija de Ortega Cano no le caí ahora en gracia Iván González por la buena relación que mantiene con la diseñadora. Una opinión que no compartía esta otra y así se lo hacía saber: "Sí lo has hecho. Sí le has dicho a Iván que te molesta que se lleve bien conmigo", le espetaba.
Y añadía: "E Iván, tú y yo no hemos tenido nada. Tú y yo tuvimos un tonteo hace mil años y te aprovechaste de la situación y vendiste como si hubiésemos tenido algo", le espetaba al colaborador. Pero esto ya parecía no importar, porque Ana María Aldón rápidamente entraba en la conversación para hablar con Gloria Camila: "No te tiene que molestar si me llevo bien con Iván, no es cuestión de reprochárselo que sea del 'Team Ana María'. Somos compañeros de trabajo y tenemos que llevarnos bien. Aquí somos todos humanos", le decía la diseñador.
"Esas frases eran dolorosas antes, ahora ya no tanto"
Unas palabras que Gloria Camila respondía con un duro dardo hacia la que fue la mujer de su padre: "Hay que ser humana no solo en un plató de televisión", espetaba antes de colgar el teléfono y dar por finalizada la pelea en pleno directo. "Al final la última palabra siempre la tiene ella y me ha dicho que tengo humanidad en la televisión, pero fuera no debo de ser un ser humano. Lo dirá porque tiene que decir siempre un frase para que quede por encima de ti y te deje en mal lugar. Estoy acostumbrada".
Tan acostumbrada que ya no son un problema para ella: "Esas frases eran dolorosas antes, ahora ya no tanto (...) Lo que se quedó en el pasado, se queda ahí. No quiero hablarlo, no quiero remover. Eso sería tirar los trapos sucios aquí y eso no lo voy a hacer". Eso sí, Ana María Aldón no desaprovechaba para poner encima de la mesa la presunta facilidad que tienen los Ortega para levantar el teléfono cuando algo no les gusta: "El teléfono funciona muy bien y cuando algo nos parece que nos está ofendiendo pues llamamos. Yo he recibido muchísimas llamadas con faltas de respeto", decía sin cortarse ni un pelo.