El equipo tiene terminantemente prohibido hablar con los concursantes pero ellos sí pueden, por decirlo de alguna manera, 'interactuar' con los cámaras puesto que pueden hablar a las cámaras o a los redactores, pero no recibirán contestación. Al parecer esa 'relación unidireccional' es especialmente complicada en el caso de la gran estrella e la edición, Isabel Pantoja.
Según publica esta semana la revista Lecturas, la tonadillera no se estaría portando especialmente bien con el equipo de profesionales que están en Honduras pendientes de todo lo que dicen y hacen los concursantes: "Trata al equipo como si fuesen sus trabajadores", aseguran desde la publicación.
Obsesionada con su imagen
Su obsesión por controlar su imagen y por estar siempre perfecta, sus constantes intentos de abandono,... en su día a día pone muy complicado el trabajo de cámaras y redactores, que están hartos de esa actitud de diva y de ser superior que les lleva al límite día a día en la playa de Honduras.