La hija de Rocío Jurado comentaba que David se llevaba de maravilla con Fidel Albiac y hacían buena piña los tres: "Él tenía mucho rollo con nosotros. Yo me acuerdo que Fidel estaba viniendo de viaje y David quería por narices que yo le mandara un vídeo a Fidel diciéndole que, por favor, que íbamos a preparar una pizza para ver el partido y que por favor llegara a tiempo. Yo le decía que no, que Fidel estaba conduciendo. Hasta que no grabé el vídeo y se lo mandé, que sale él diciendo 'hola Fidelito, que vamos a preparar una pizza, que vengas para casa'. Él era un niño que era todo corazón". explicaba.
Rocío Carraco ha resaltado todas las facetas buenas de su pequeño: "Yo siempre he dicho que a David le dejas con música y comida y que es feliz. Le gusta mucho todo lo que es la música, disfraces, espectáculo. Él es artista, se sabe todas las canciones de su abuela. Yo sí conseguí instaurar ciertos valores que yo consideraba que eran imprescindibles para la vida de un ser humano. La bondad, la sinceridad, la piedad, el amor, el amor incondicional". Sin embargo, las cosas se empezaron a torcer cuando su padre comenzó a visitarle en sus ratos libres en el colegio, tratando de comerle la cabeza para que se fuera con él y con Rocío Flores, que ya vivía con su padre por aquel entonces.
La entrevistada explicaba cuáles eran los pasos de Antonio David: "El padre, lo que hacía cuando la niña no estaba viviendo en casa, se iba a ver al niño al colegio durante el periodo que me pertenecía a mí. Lo esperaba a la salida, entre clase y clase o en recreos y al niño le iba diciendo cosas. Era un chantaje emocional de te tienes que venir con nosotros porque tu hermana te echa de menos, tiene ganas de verte. Este chantaje emocional en un niño como David es mucho más importante y es mucho más cruel. Si tu madre te castiga me llamas...".
Un cambio radical que supuso el punto final con su madre
Las situaciones en el colegio empezaron a ser más delicadas: "Un día me llamó su tutora y me dijo que David había llegado a clase y había empezado a decir barbaridades mías como 'mi madre no me quiere, mi madre es muy mala madre'. La tutora regañó al niño y le dijo que eso no podía decirlo ni pensarlo porque no es cierto. El niño se ha enfrentado a mí. Me puse en contacto con el director, le expliqué lo que estaba viviendo con el niño y le pedí que tomara cartas en el asunto y que tomara la medida de decirle a esta persona que no fuese a eso al colegio". El director no hizo nada a no ser que eso estuviera en el convenio de los padres, por lo que Rocío Carrasco volvió a verse indefensa.
No cabe duda de que todo se rompió en ese momento: "A partir de que la niña no está quería como desahogarse conmigo del otro núcleo familiar pero yo nunca he dejado que me contara absolutamente nada. Siempre lo he parado en seco. Algunas veces paraba pero otras me lo contaba quisiera o no". En este momento fue cuando le contó que él había defendido a su madre en una conversación en la que estaban Antonio David y Rocío Flores y su padre le había dicho que la próxima vez que hablara bien de su madre se bajaba del coche y se iba andando. Sin duda, todo hizo click en ese momento y ya nada volvió a ser como antes entre madre e hijo.