Tras ganarse a los estilistas con su actitud y humor, Amor Romeiraha decidido ponerse en manos de Cristina Rodríguez para comenzar su cambio. Durante todo el programa, antes de comenzar con los estilismo y las sesiones de belleza para su transformación, la canaria ha contado varios episodios que han marcado su vida.
Ha reconocido ser una adicta al trabajo, se ha emocionado hablando de lo importante que ha sido el apoyo de su madre en muchas situaciones que le ha tocado vivir y de su bonita relación con su abuela, la primera persona en darse cuenta de que Amor era una niña encerrada en un cuerpo de niño.
Otro de los temas de los que ha hablado con especial cariño ha sido su paso por el reality de 'Gran Hermano' y de su pasión por la moda. Además también ha contado con lágrimas en los ojos la pero experiencia de su vida: la agresión que sufrió en la puerta de una discoteca.
Un cambio poco sorprendente
Aunque al principio del programa Cristina Rodríguez vendía su cambio como radical, al final no ha sido nada sorprendente. Un poco de maquillaje, un vestido bonito y pelo liso. Incluso Pelayo criticaba a su compañera de programa por haber arriesgado tan poco y no haber realizado ningún cambio inesperado en el pelo de Amor.