Saray Montoya ha contado que no la atacaron en su casa, que ella estaba de visita en la casa de su tía, tomando un café con algunos miembros de su familia, cuando, de forma inesperada, sonó la puerta y la abre su hija. Esta es golpeada inmediatamente por unos hombres: "Voy y los empujo, veo a un montón de hombres, que no los conozco y reconozco a mi cuñado y suegro, se liaron a palos conmigo y mi niña, mi madre se lio a chillar... Sacaron unas tijeras y herramientas de matanza para meterme cuchilladas... Él [el cuñado de Saray] llevaba dos tijeras, mi niña le decía: 'Tito, no me mates a mi madre'. Luego le dio él una puñalada a mi niña en el pecho, ella seguía en shock y le pedía ayuda: 'Tito, dame ayuda'". Su suegro, por su parte, tampoco se quedó atrás y empezó a golpear la cabeza de Saray junto con otros señores que Saray Montoya afirma no conocer.
Orden de alejamiento
Saray Montoya ha conseguido una orden de alejamiento para su cuñado y su suegro. Estarán a más de 200 metros en todo momento y tampoco podrán contactar con ellas. Un juez de Sevilla, lugar donde se han producido los hechos, ha manifestado públicamente que existe bastante peligro para Saray Montoya y su hija. Con esta decisión ella se siente más segura, aunque sabe que ahora toca un largo proceso legal: "Estoy más tranquila por la parte del fiscal y del juez, le debo la tranquilidad de mi casa".