"Pototi, ¿qué dices?", dijo Kike Calleja sin imaginarse la bronca que iba a comenzar. "Tú con eso no te pases. ¿Lo dices en serio? Esas bromitas sabes que no me van, tío", respondió muy molesta Carmen Borrego al escuchar cómo su amigo le llamaba Pototi, una forma menos fuerte que llamarle Potota.
"Sabes que con eso me has hecho daño", le dijo, ante lo que Calleja respondió: "¡Qué te voy a hacer daño, si me conoces hace 200 años!". Carmen Borrego no se calló: "Sabes que llevas dese ayer metiendo el dedito", pero Kike tampoco lo hizo: "¡Tienes la piel sensible! Luego con los que te dicen de todo bien que les pides perdón". Estas palabras molestaron todavía más a la colaboradora: "No, perdona, a lo mejor a los que me dicen lo que tú me acabas de decir no les pido perdón. Ya está bien, decirme justo lo que más me cabrea".
Luego el asunto se extendió porque otros concursantes escucharon lo que pasaba y quisieron saber, como Miri: "¿Qué es pototi? bueno, queremos saber si habláis tanto de pototi, pues que nos lo explique". Carmen Borrego respondió: "Pues no tiene nada que ver con potorro, ya te lo digo", y siguió mostrando su enfado con Kike Calleja: "Es que precisamente Kike, es que flipo".
"Si yo soy de tu team, pero que te haga una broma y que te siente mal, hija, la piel... ya, relájate", expresó el reportero ante una Carmen que le hizo saber que estaba sin comer y hecha polvo, lo que provocó que Kike Calleja saltara: "¿Y yo qué estoy de mariscadas?".
"Hay bromitas y bromitas, y con esta te has pasado", añadió Carmen Borrego: "A partir de ahora no te hago ninguna bromita más para que no te sientas ofendida, ni te sientas mal y ya está", finalizando una discusión que seguramente terminará con reconciliación cuando se les pase el enfado a los dos.
De Cotota a Potota
Ya desde el plató Makoke recordó que todo esta venía porque a Carmen Borrego en Málaga le llamaban Cotota cuando era joven. Cotota derivó en Potota, siendo principalmente Kiko Hernández el que se lo llamaba. A la vista está que a Carmen Borrego no le hace ninguna gracia que le llamen Potota o similares, aunque lo que verdaderamente le ha dolido es que haya sido su amigo el que se lo haya dicho.