'Mi casa es la vuestra', el programa del cantante Bertín Osborne, siempre está cargado de sorpresas. Los invitados se abren ante su anfitrión y comparten algunas de sus momentos más íntimos. Esta vez ha sido el turno de Maria Teresa Campos, quien de un modo sorprendente ha cambiado las tornas y ha conseguido sacar de Osborne algunas de sus declaraciones más duras.
Bertín Osborse se casó con Sandra Domecq cuando tan solo tenía 21 años. Como él ha dicho en más de una ocasión, la juventud es muy impredecible, y a esa edad uno aun no sabe lo que quiere en la vida. Por eso mismo, el matrimonio se divorció cuatro años después, con cuatro hijos en común. Ahora, Osborne recuerda dos de los momentos más duros de su vida: la muerte de Sandra Domecq en 2004 y la muerte de su primer hijo con, Cristian.
"No te puedes casar con 21 años. Era inevitable que aquello acabara bien, pero acabó muy bien. Fuimos amigos y ella me llamaba a mí pidiéndome consejos cuando ya estaba casada con otro", comenta el cantante con una sonrisa triste. "Sandra era la madre de mis niñas y una persona espectacular y muy particular. Ella no quería salir del campo, decía siempre que era de Santiago, la finca de Jerez, estaba feliz allí", explica.
Cristian fue el primer hijo del matrimonio, quien con tal solo un mes de vida, y después de nacer con una malformación en el hígado, murió en el Hospital de La Paz. "Ni que decir tiene que lo peor del mundo es perder un hijo", empieza Osborne. "Fue un momento que no lo voy a olvidar nunca en la vida. Fue en un pasillo de la paz, donde murió mi primer hijo y salvaron a mi penúltimo hijo, Quique. Esa noche en un pasillo el médico me dijo 'imposible, si quieres verle por última vez...' entonces le cogí y se murió en mis brazos. Eso es una cosa que para mí se queda".
Quique, la unión de Fabiola y Bertín
Bertín Osborne se casó con la modelo venezolana Fabiola Martínez en 2006, y dos años después nació su primer hijo, Quique. El pequeño nació entre complicaciones y desarrolló una lesión cerebral que le producen problemas de aprendizaje y movilidad. Pero esto no ha frenado al matrimonio. "Yo lo considero una bendición, y Fabiola igual. Es un ángel, con sentido del humor, divertido, feliz, cariñoso... Que sabemos que tenemos que cuidar hasta que muramos, lo sabemos y lo tenemos asumido con toda la felicidad del mundo", explica Bertín Osborne. "Que sí, que necesita más cuidados que Carlitos, mi otro hijo, está claro. Que tenemos que estar pendiente de el 24 horas.. sí, lo sabemos, y lo hacemos con toda la felicidad"
Para el matrimonio, Quique es un regalo caído del cielo: "A nosotros nos tocó la varita con ese regalo, y hemos intentado sacarlo por todos lo medios adelante. Por eso Fabiola y yo hablamos y dijimos ' ¿Cuál es nuestra obligación moral? ' y comprendimos que si nosotros podemos, vamos a intentar ayudar a otros que hagan lo mismo. Por eso hicimos la fundación que lleva ella". Además, este hijo los ha unido como nunca podría hacerlo otra cosa, fortaleciendo su matrimonio : "Quique nos ha unido. Una mucho saber que lo vamos a tener los dos juntos toda la vida".