A través de internet, el DJ abría una pequeña ventana a su casa y lo primero que se veía llamó mucho la atención, tanto de su primer invitado como de los espectadores: una enorme fotografía en blanco y negro en la que sale él de niño junto a su padre Paquirri. Un detalle que no dejó pasar por alto Bertín Osborne, confesando que le encantaba, y rápidamente el también cantante se interesaba por saber qué recordaba el invitado de su padre.
El conocido presentador recordó que mantenía una buena relación con el torero a pesar de ser por aquel entonces dos de los hombres más deseados del país y que incluso había compartido alguna que otro día juntos en el campo. Pero sin duda, lo que más sorprendió de su respuesta fue una anécdota que vivió junto a Paquirri poco antes de morir. Osborne y el padre de Kiko Rivera habían coincidido en un vuelo Jerez-Madrid durante el que mantuvieron una sincera charla.
Fue entonces cuando el torero le confesó que "iba a dejarlo ya [el toreo]" y que esta "era su última temporada porque quería disfrutar de la familia". Unas palabras que el marido de Irene Rosales escuchaba muy atentamente a través de la pantalla y que rápidamente le hacían pensar en cómo sería ahora su vida si su padre no hubiese tenido la mala suerte de recibir aquella cornada que le quitó la vida.
El deseo de Kiko Rivera como padre
Pero su empeño en no entrar en el conflicto familiar que sin duda se ha convertido ahora en el problema principal de su vida, el DJ parece que ha sacado de él grandes aprendizajes y, sobre todo, lecciones a través de errores que él no quiere replicar. El hermano de Isa Pantoja le hizo saber también a Bertín Osborne que su mayor preocupación ahora era la educación de sus dos hijas, a quien les quiere inculcar una capacidad de enfrentarse a la más cruda realidad del mundo "tan complicado" en el que viven.