La de Paracuellos tuvo que acudir al hospital, donde en un primer momento le dijeron que no tendría que ser operada, sin embargo, poco después le comunicaron que lo mejor era operar, por lo que la situación se complicó. Belén Esteban ingresó en el hospital para hacer el preoperatorio y someterse a la intervención pero las llagas que le había ocasionado la escayola hizo que la operación se retrasara.
Diez días después sí que pudo someterse a la intervención y su marido Miguel Marcos dijo a la prensa que todo había salido bien. Es cierto que lo más importante es que la operación saliera bien, pero el estado anímico de Belén Esteban no es el mejor: "Belén está tocada moralmente pero sé que es fuerte y se recuperará, yo he vivido en mi casa roturas de huesos y sé que los primeros días tras la operación son difíciles por los dolores", decía María Patiño en 'Socialité'.
Muchos dolores
Patiño ha explicado que, por el momento, no ha llamado a Belén Esteban pero ha contado lo que sabe: "Para ella era muy importante el poder operarse. Le agobiaba que se retrasara la operación. Pero es verdad que si está ingresada está más controlada". Ahora solo queda esperar que pueda recibir el alta y comenzar así con el proceso de rehabilitación de la pierna.