Belén Esteban cambió de casa y dio el salto a Cuatro para sentarse junto a Risto Mejide en su 'Chester'. En este programa la colaboradora de 'Sálvame' analizó cuál había sido para ella el precio de la fama: "elegí esta vida y la responsabilidad es mía. No soy ningún ejemplo a vivir y he rentabilizado mi vida pero también se paga ".
Son horas y horas de televisión las que ha protagonizado la de San Blas desde que se diera a conocer en los medios por su relación con Jesulín de Ubrique. En 2017 lejos queda ya esa joven que aparecía en los platos y tiene su propia sombre, una que se ha extendido en los años: " Estar en 'Sálvame no es fácil. Si estoy ahí trabajando, que llevo 16 años, es por algo. Hay mucha gente que se ha sentido identificada conmigo".
Y eso que los comienzos no fueron fáciles. Para Esteban comenzaban derivados de sus primeras exclusivas, algo que se ha convertido en parte de su vida. Respecto a esto comentaba que "d e las primeras exclusivas que hice mi exmarido me dio algo pero no la mitad. Creo que fueron 6 millones y el pack se vendió por 30".
"No me tengo que inventar nada para ir a un programa"
Es difícil encontrar a alguien que no conozca a Belén Esteban, que, al menos, no haya sabido algo en algún momento determinado. Y esto puede ser un arma de doble filo ya que son muchas las personas que no comulgan con algo de la colaboradora de Mediaset. Para ella, además, no pasa desapercibido: " Dejadme, que es mi vida. Si no os gusta, coger el mando y cambiar de canal, que hay mucho. La gente es alucinante, en cuanto he bajado un punto en las audiencias me dicen que estoy acabada".
Todo en la vida tiene un precio, y la fama también. No es fácil despegarse de un nombre, y esto se ha reflejado en sus palabras: " En el momento que pueda voy a dejar la televisión, quiero vivir mi vida. Ahora por el tema en el que estoy metida, debo un dinero a Hacienda y tengo que pagarlo". Sin fecha, asegura que será "lo antes que pueda".
"Miguel, después de mi hija, es lo mejor de mi vida"
Indirectamente la familia de Belén Esteban se ha visto arrastrada a esta espiral de fama mediática en la que vive. Recordando cómo fue su estupenda relación con su padre, ya fallecido, visiblemente emocionada, reconoció que ha sido uno de los golpes más duros: " ha sido todo, le echo mucho de menos, conmigo tenía pasión y he estado muy unida. Con todo lo que me ha pasado estaría super orgulloso".
Ahora, fundamentalmente, son dos los pilares que la sostienen. Para el primero, Miguel, solo tiene buenas y bonitas palabras: "Es lo mejor que me ha pasado, después de mi hija. Le conocí porque me dio un bajón de azúcar y vino con la ambulancia. Me salvó la vida en todos los sentidos, es mi Richard Gere". Tiene más que seguro que él es diferente a lo que se ha enfrentado: "le han ofrecido salir en revistas y no lo ha hecho. No me gustaría que lo hiciera, con uno en la familia basta".
Y algo similar sucede con Andrea, su hija, a la que define como "todo lo opuesto a mí": "es muy tímida, con las ideas muy firmes y se enfada mucho conmigo". Alejada de los focos por petición propia, tiene otro camino pensado para ella: " estoy completamente segura de que mi hija no vendería su vida, quiero que sea feliz y viva la vida que tenga que vivir".