Galería: Belén Esteban: una vida en imágenes
La boda de Belén Esteban y Miguel Marcos fue una de las grandes noticias de la semana. Pero las campanas de boda se han visto silenciadas por todas las especulaciones que se generaron en torno a esta noticia por los propios compañeros de la novia. Asegurando que el enlace no será vendido en exclusiva "a pesar de que hay tres revista interesadas", la colaboradora de 'Sálvame' se sentó cara a cara con sus compañeros de 'Sábado Deluxe' para dejar claros muchos asuntos que no le habían hecho ni una pizca de gracia.
Uno de los primeros que se pudo encima de la mesa era el régimen matrimonial en el que iban a casarse. Belén Esteban no quiso esperar en cuanto se habló de ello y lo dejó muy claro: " Me caso como se tiene que casar la gente en este país: por separación de bienes ". A pesar de ser así de simple, la llamada Princesa del Pueblo quiso reconocer cuál fue el motivo por el que no lo contó durante la entrevista exclusiva que dio para la revista Lecturas: proteger a su pareja. Miguel Marcos, ajeno al mundo de la televisión, siempre se mantuvo en un segundo plano, mientras en la pequeña pantalla lo tildaban como el perro faldero de su pareja y un "mantenido" gracias a las ganancias de esta.
Saca las uñas contra sus compañeros
Este fue uno de lo momentos más difíciles de la entrevista en la que Belén Esteban sacó las uñas por su familia: " Parece que Miguel es un muerto de hambre. Que le dejen de mantenido me afecta a mí, a él y a nuestras familias ", y asegura muy enfadada que no entiende porqué tiene que aclarar el dinero que tiene o deja de tener su pareja que se dedica a algo ajeno a este mundo: " Miguel trabaja como cualquier españolito ", dice directamente a Diego Arrabal, su compañero que aseguró días atrás que había escogido el 22 de junio de 2019 para casarse porque el futuro marido "tenía que trabajar muchos meses para pagar la boda": "¡Vamos, hombre! ¿Estamos locos?".
Tras un momento de verdadera tensión, Esteban quiso que la entrevista retomarse el curso de la tranquilidad y la felicidad que tenía y pidió perdón por la actitud que había mostrado ante este tema: "Sé que he perdido las formas, pero tenéis que entender que, por las personas que más quiero, saco las uñas", y pide: " A mí podéis meterme la caña que queráis, pero respetad a la persona que quiero y con quien me voy a casar ". En un atisbo de lucidez, Mila Ximénez quiso echarle una mano a su compañero dándole una pequeña lección para futuras ocasiones: "Cuanto más hablas de Miguel y de su economía, más débil le vuelves. ¿Qué importa el dinero que tiene? ".