Belén Esteban y Lydia Lozano han hecho las paces en el plató de 'Sálvame' después de que el pasado 6 de diciembre de 2019 tuvieran un fuerte encontronazo que acabó con la periodista envuelta en un mar de lágrimas. Lydia Lozano había asegurado que no iba a hablar más del concurso de Mila Ximénez en 'GH VIP 7' para no perjudicar la campaña que Anabel Pantoja estaba haciendo a favor de su compañera. Belén Esteban y Kiko Hernández acusaron a su compañera de recular y ser una 'lamecuelos' de la sobrina de Isabel Pantoja: "Desde que desembarcó aquí Anabel hay unos lametones de trasero que flipas, entre ellos están los de Lydia Lozano. ¿ Ya te ha pedido que la invite a la boda ?", preguntaba Kiko Hernández a su compañera.
Ante las duras palabras de sus compañeros, la periodista rompió a llorar y dijo: "No tenéis ni idea de la relación que tengo yo con Anabel, tenéis que cuestionar todo. Sois patéticos ".
Para intentar arreglarlo, Carlota Corredera ha empezado diciendo que Belén Esteban le había pedido resolver el problema que había sucedido el otro día. "Os explico, el otro día Lydia Lozano le dijo a Anabel Pantoja: 'Como vas a ser la jefa de campaña de Mila, yo no te voy a atacar y no voy a tirar por tierra todos tus alegatos", dijo la presentadora antes de darle la palabra a Belén Esteban.
Como la interpretación de la de Paracuellos sobre las palabras de la periodista no eran ciertas, ha querido pedirle disculpas públicamente: "Cuando llegué a casa me lo puse y ella lo que da a entender es que no se va a meter con el alegato que haga Anabel. Cuando yo entré, tenía entendido que Lydia se iba a contradecir y que estaba reculando ", comenzó sus disculpas la colaboradora.
Beso de reconciliación
"Como yo sé que ella lo pasó mal, yo desde aquí, quiero pedirle disculpas en mi nombre por lo que yo hice. Quiero pedirle perdón porque sé que estaba tocada". La colaboradoras han firmado la paz con un beso: "No es necesario, ya me lo dijo en privado porque me llamó el sábado", decía Lydia Lozano dando a entender que su compañera ya estaba perdonada, aunque hubiese querido también decirlo en público.