Pese a ser la primera expulsada de 'Supervivientes 2020 ', Bea Retamal ha llegado a plató muy positiva afirmando que está orgullosa de su paso por el concurso: "Estoy muy contenta de mi paso por el concurso", ha dicho nada más llegar a plató. Además, cuando ha llegado, aunque por precaución por el Coronavirus no le ha recibido mucha gente, sí lo han hecho su madre y su novio.
El reencuentro de Bea y su novio/telecinco.esAl ver a su novio se ha vuelto loca de contenta y se ha enganchado a su cuello mientras lo llenaba de besos. De igual manera Jorge Javier Vázquez le ha contado que, debido a la situación extrema que está viviendo el país por culpa del Coronavirus, la gente que ha ido a recibirla no ha podido estar presente en el mismo plató. Aunque la recién expulsada no se ha preocupado mucho al no saber muy bien a qué se refería el presentador.
"Esto es lo mejor de la vida"
Una de las cosas que Bea Retamal pedía en Honduras era poder saborear una hamburguesa cuanto antes y Jorge Javier hizo que su sueño se cumpliese con creces: "Bea, tus deseos son órdenes", decía el presentador mientras le entregaba una bolsa de un conocido restaurante de comida rápida. "¡Qué buena! Está más buena que ninguna. Esto lo mejor de la vida", decía Bea mientras se comía la suculenta hamburguesa.
Bea disfrutando de su hamburguesa/telecinco.esLa primera expulsada de 'Supervivientes 2020' ha disfrutado de su magnífica cena mientras veía en la pantalla su paso por el concurso. A la vez iba valorando su concurso y recordaba alguno de los momentos más divertidos que ha vivido en Honduras. "Tú come mientras nos cuentas", le decía Jorge Javier Vázquez entre risas al ver cómo disfrutaba de su hamburguesa.
Mientras veía su paso por el programa se lamentaba de que no pudo saborear ni una recompensa ya que no ganó ninguna prueba, además de que no comía nada ya que no le gustaba la comida. Sin embargo se mostró orgullosa de haber superado algunos de sus miedos como el miedo a los bichos y a la sensación de saber que estaba rodeada de agua todo el rato, aunque reconoció: " No he sido capaz de meterme bajo del agua ".
