La ganadora del concurso sorprendió a la audiencia el día de la final del reality ya que apareció con un llamativo cambio en su pelo. La valenciana había cambiado el rosa por un tono grisáceo degradado en azul. Por su parte, su novio tampoco quiso quedarse atrás y decidió teñir toda su cabeza de un amarillo pollo. La tercera en discordia, Meritxell, prefería el color rojo para su larga melena.
Parece ser que Bea sigue al pie de la letra el refrán: "Año nuevo, vida nueva". Y es que la última ganadora del exitoso concurso de Telecinco sorprendía a todos sus seguidores la primera semana de enero. La novia de Rodri acudía a una peluquería de Madrid en compañía del chico de 26 años para realizarse un cambio de look. El madrileño iba actualizando sus redes sociales con todos los cambios que le estaban haciendo a su chica. Finalmente, Bea se decantaba por teñirse su pelo de un color negro azabache y ponerse unas larguísimas extensiones rubias. El cambio es bastante llamativo ya que el contraste entre los dos colores no deja indiferente a nadie.
Esto no es lo único que han decidido hacer la parejita en estos días de Navidad. Rodri y Bea también acudían juntos a un estudio de tatuajes de la capital. El chico elegía sus dos antebrazos para tatuarse una piña y una cabeza humana de colores muy parecidos a los de la última edición del reality. El madrileño subía la foto a sus cuentas sociales y añadía: Poniéndonos a tono de tinta... Una piña por todos esos amigos que toda la vida me han llamado "piñita" y el otro... Una parte de mi". Su novia, escogía la parte superior de la espalda donde se tatuaba un corazón en el que dentro se podía ver el famoso ojo de 'Gran Hermano'.
Una pareja ilusionada que ya viven juntos
El 2 de enero, los novios acudían al plató de 'Sálvame' para conceder una entrevista a la presentadora y a los colaboradores. Bea afirmaba que con el premio ganado pagaría la casa de su madre para que esta pudiese volver a España ya que lleva más de ocho años viviendo en Francia. Además de invertir el dinero en su casa, también realizaría una obra social. La valenciana donaría parte del premio a un comedor social y también a alguna asociación que trabaje con niños con cáncer. En la charla con Paz Padilla, Rodri y Bea confesaron que ya se encontraban viviendo juntos en la casa del madrileño, casa en la que vive su madre.