Bea Retamal y Dani G se han sentado a la mesa de 'Pesadilla en el paraíso' para tener una romántica cena durante el debate. Igual que Danna Ponce y Manuel, a los comensales les han ido llegando platos con una pregunta sobre su relación inscrita en cada uno de ellos, que han tenido que ir respondiendo con sinceridad y de corazón.
Ambos han cumplido la tarea a la perfección y es que se han abierto sus corazones el uno al otro de una forma nunca antes vista entre ambos. Bea, que fue la primera en responder, recordaba cuando se conocieron: "Sabía lo que iba a pasar. Su mirada, su sonrisa, la forma que tenía de hacerme reír y se preocupaba por mi sin conocerme mucho. Aunque haya pasado todo lo que ha pasado, sigue siendo la misma persona que vi aquella vez ".
Dani, por su parte, también ha rememorado ese momento: "Cuando la conocí veía una chica que me llegaba de una forma diferente y veo una niña con la que me río mucho, disfruto mucho y cuando no conocimos, nos mirábamos y conectábamos de una manera muy profunda ", palabras que Bea Retamal, por su parte, ha secundado.
Luchan por su amor
Él continuaba con su monólogo y le dedicaba unas bonitas palabras a la valenciana: "Le hace especial su alegría, su sinceridad cuando me mira y lo que sé que me quiere, que está por encima de todas las cosas. De la forma que eres, eres especial", concluía Dani G para pasar a reflexionar sobre lo que puede ser positivo para su relación ahora mismo: " Dejar los reproches a un lado, no olvidar lo que nos ha molestado en todo este tiempo, pero sí valorar lo que como el uno para el otro y decir que sí queremos apostar por esto, hacerlo apagando un poco eso".
" Tengo tanto miedo de que me vuelva a pasar. Es como que no quiero volver a abrirme sentimentalmente porque se me olvida muy rápido todo. Estoy cogiéndome al daño que he sentido para que no se me olvide porque me da miedo volver a patinar", entonaba Bea Retamal en un ejercicio de autoreflexión muy duro pero necesario. Todo apunta a que, entre ambos, la relación va viento en popa, sin embargo, a la valenciana le surgen los miedos y se le avivan las heridas del pasado.