Se enteró de que su hija era drogadicta por Nagore
"A mí al principio de la relación había algo que no... Me habían comentado algunas cosas y no terminaba de gustarme. Después la fui conociendo y conmigo fue muy cariñosa. Nagore es una persona muy generosa, es espléndida. Estuvimos muy bien. Sofía la adoraba y pienso que Nagore también quería mucho a Sofía. Pero quiero decir que cuando Sofía tomó la decisión de entrar en la clínica de desintoxicación fue por el amor de Sofía a Nagore esperando recuperarla. Ella creyó que la iba a recuperar. Evidentemente, está claro que no fue así porque Nagore tenía ya otra relación. Lo pasó mal durante algunos años, al ver a mi hija mal para mí no es la persona que más... Pero yo tengo buena relación con Nagore, Sofi no ha ido a ningún programa a hablar de Nagore. Tengo buen recuerdo de Nagore, pero cuando he visto a mi Sofi sufrir y pasarlo mal, ahí no", añadió la de Totana.
"Tengo momentos buenos con Nagore. También tengo uno muy malo porque fue quien me dijo a gritos que mi hija era drogadicta, y ahí fue cuando me enteré verdaderamente del problema. Estaba desencajada por lo que fuera y me lo dijo de una manera que yo por poco no me caigo de un infarto: "Tu hija que es una drogadicta, borracha". Me lo dijo en mi casa, un día que tuvo por lo visto una discusión. Yo no la escuché, porque la casa de Boadilla es muy grande. Yo estaba abajo en la cocina y no me cierro en la cocina para que no entre olor en la casa y ellas estaban arriba en su dormitorio y se ve que tendrían alguna discusión y posiblemente la culpa la tendría Sofi, o no, no lo sé. Entonces ella, yo oí gritos y tal, fui me lo dijo de esa manera y aquello me dejó... me impactó totalmente porque yo nunca pensé que Sofía tenía un problema tan grave. Pensé que Sofía... me decía: 'Mamá, que no tomo nada'", desveló la actriz.
"Además Sofía procuraba no estar prácticamente conmigo. Venía a comer y antes de que me sentara en la mesa ya había comido: 'Mamá tengo que irme, tengo prisa'. Y se iba para que yo no le notara nada y se iba volando. Y como no vivía conmigo, de esa gravedad que ella tenía, no me enteraba. Además, Sofía no ha tenido esa violencia y ese mal carácter que tenía su padre", señaló Bárbara Rey.