El paso de la vedette por el programa presentado por Risto Mejide ha sacado a la luz muchas intimidades de su relación con el monarca.
El paso de Bárbara Rey por el programa presentado por Risto Mejide, 'Viajando con chéster', le ha servido a la vedette de expiación. Rey ha hecho un repaso de su vida, de su carrera y de sus amores. El primero: Ángel Cristo, a quien ha odiado y amado a partes iguales, y el segundo: el Rey Emérito, Juan Carlos I, a quien confiesa haber amado, pero no en la misma medida. Su historia fue una interrumpida, llegó a su fin cuando la vedette conoció a su marido, pero no así su contacto, pues siguieron hablando durante todos los años de matrimonio de la vedette y el domador, aunque en calidad de amigos, como bien ella aclara: "Me llamó en muchas ocasiones, pero en plan amistoso". El cariño y la amistad de Bárbara Rey con el monarca la llevó a tomar ciertas decisiones que marcarían el devenir de su carrera, según afirma ella.
Ángel Cristo nunca se enteró de la historia que su mujer tuvo con el monarca antes de su matrimonio, aunque asegura haberle sido fiel durante todos los años que estuvieron juntos. Fue su amistad con el Rey la que la llevó a convertirse en "la musa de UCD", partido político con el que colaboró activamente. La vedette asegura que aceptó "porque alguien me lo pidió". Alguien muy importante para ella. Sin embargo, lo que no esperaba era el daño que esa decisión le iba a hacer a su carrera profesional. Para Rey, la colaboración con UCD supuso el fin de su éxito, y el inicio de un largo descenso hacia el abismo: "Yo estaba trabajando muy bien y a mí me estaba yendo de maravilla y cuando colaboré con la UCD se fue todo al traste en mi trabajo". Admite que esa colaboración no era algo que le hubiese salido "del corazón", porque de política "no entendía nada". Lo hizo por el Rey, porque se lo pidió él, aunque esto simplemente lo insinúa, sin atreverse a afirmarlo con palabras. "A mí aquello me perjudicó enormemente", reitera Rey, recordando cómo ocurrió todo tras aceptar la propuesta.
Lejos de lo que se ha podido asegurar durante años, no fue Adolfo Suárez quien presentó a la vedette y al monarca. Ella niega, incluso, haberlo visto antes, y asegura que sus encuentros fueron muy reducidos. Su colaboración con UCD fue por amor, sí, "pero no amor al presidente", a quien ella "no conocía de nada". "Se equivocaron de personalidad", bromea Mejide en cierto punto de la entrevista. La petición del Rey de participar en la política, un terreno en el que la vedette se zambulló de forma corta breve pero intensa, supuso el inicio del fin en su carrera profesional. Bárbara Rey asegura que ese trabajo le "perjudicó muchísimo" a ella y a algunos de sus compañeros, que tuvieron que marcharse de España en busca de nuevas oportunidades. Aunque los nombres, una vez más, se los reserva para ella. Su encuentro con la Reina
Además de los motivos de su colaboración con UCD, la artista también ha desvelado muchos otros hechos, como sus encuentros como la Reina Emérita y mujer de su amante, Sofía. La presencia de Bárbara Rey en los actos políticos o de la Casa Real fue continua, aunque asegura que hubo alguien encargado de que eso no saliera a la luz. Mantiene que, seguro, hay fotos que lo corroboran, pero que estarán guardadas por algún lado. En esos actos oficiales a los que acudía llegó a conocer a la Reina Sofía, de quien ha hablado maravillas. No sabe si la monarca llegó a conocer su relación con su marido, pero sí que con ella fue muy cordial: "Muy amable, encantadora. Se ha preocupado mucho por mi familia. Pero una cosa normal, no sé si a los demás les preguntará lo mismo. He cruzado algunas palabras con ella en varias ocasiones", cuenta, reafirmando su paso por La Zarzuela, lugar que, en varias ocasiones, se ha asegurado que no llegó a conocer en persona, una información que ella misma se ha encargado de desmentir.