Una visita fugaz, que ocurrió durante la última gala, para encender las luces de la decoración navideña de la casa que fue más que emocionante para ella. Era volver a pisar una casa en la que contaba con pocos amigos pero en la que estaba cumpliendo los deseos de su padre, que adoraba el formato del programa de convivencia.
Bárbara estaba cumpliendo el sueño de su padre
"A él le hubiera encantado verlo y más encendiendo las luces de Navidad. Nunca lo olvidaré", ha dicho Bárbara entre lágrimas, muy emocionada al pensar en la sonrisa que habría puesto su padre al ver ese momento. Él era un apasionado seguidor del programa y, de hecho, en un primer momento la concursante se mostró muy enfadada por haberle contado lo de la enfermedad de su padre porque estaba cumpliendo precisamente el sueño de su progenitor. Pero una vez que lo supo lo tuvo claro: solo quería estar junto a él y así fue hasta el día que falleció.