Al más puro estilo de 'Mi casa es la Tuya', la conversación se inicia distendida en el sofá del jardín rememorando la infancia del protagonista. Esta vez no acompañan grandes anécdotas, como suelen acostumbrar, esta vez el plato fuerte se reserva para más adelante. Lo que sí es curioso es que hijo y nieto de periodistas, de hecho su padre fue uno de los primeros directores de Cadena Ser, él se decidiera por la política. También cuenta entre risas que su abuelo fue compañero de colegio de Fidel Castro.
Los años del plomo
La implicación en la guerra de Irak
Bertín pisa terreno pantanoso con esta pregunta, aunque el presentador no se corta al preguntar por las supuestas armas de destrucción masiva "que luego no aparecieron". Aznar parece desoír por completo la insinuación del cantante, y comienza su explicación sobre los motivos que le llevaron a participar en la guerra de Irak. "Apoye políticamente a los Estados Unidos porque el interés nacional de España estaba en juego, porque Bush había ofrecido la solidaridad en materia terrorista a España y había cumplidos sus compromisos. Cuando el presidente de EEUU me pide un favor en contra de un mal que le esta sucediendo no puedo decir que no", sentencia el ex presidente, y aunque Bertín vuelve a incidir en lo de las armas el presidente evade la cuestión: "lo de las armas es otra cuestión distinta", una que quedó sin contestación...
Así mismo, se atreve a comparar la situación de Irak y esas supuestas armas de destrucción masiva, que nadie vio y que Bertín no sonsacó, con la situación en Siria, la cual está siendo verdaderamente asolada por el Daesh. Aún así, Aznar habla orgulloso de la famosa reunión de las Azores, donde tuvo el 'placer' de compartir mesa con sus 'aliados' George W. Bush y Tony Blair. Igualitos que Roosvelt, Stalin y Churchil en su momento.
El 11 M y el fin de Aznar
Llega, quizás, uno de los momentos más delicados de la noche, la entrevista sobre el 11 de marzo. Básicamente, aunque no se atrevió a afirmarlo tácitamente, el antiguo líder del PP habla de que hubo una especie de conspiración en contra de su partido: "En mi opinión hubo ciertos grupos que pensaron que era su momento de ganar las elecciones, y comienzaron a falsear la verdad. Enhorabuena lo conseguisteis, ¿y el precio que hemos pagado por esa actitud? ¿Y todo lo que hemos pagado después? Los que hicieron aquello desgraciadamente consiguieron su objetivo", declara.
Los zasca para Rajoy y la oposición
Uno de los momentos más interesantes de la noche llega con el confesionario de José María Aznar. Animado por Bertín, este comenta, sin pelos en la lengua, todo lo que piensa sobre su sucesor y la oposición. Las palabras más duras fueron para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, del que afirma que no le gustan sus ideas: "Intentar convertir España en Venezuela me parece un disparate. Si él gobernara, ahora tú y yo estaríamos como Leopoldo López". De los demás las palabras tampoco son muy halagüeñas, ya que según el ex presidente, la calidad de los políticos de España se ha deteriorado en consideración. De Albert Rivera pide que ni le comparen con él, y al hablar de Rajoy sencillamente se muestra frío. Además, confiesa que nunca han tenido una relación especialmente estrecha y que hay cosas que no aprueba de su gobierno.
Tres días de noviazgo y un matrimonio para toda la vida
¿Y quién ha sido su compañera fiel durante todos estos años? Su mujer, Ana Botella, a la que pidió que se casaran a los tres días de conocerse. Ella no se lo pensó dos veces y dijo sí, por lo que la feliz pareja pasó a ser matrimonio y más tarde padres de tres niños. Sus compañeros de partido hablan de ella como la simpática de la relación y afirman que es un matrimonio muy sólido. Y no es para menos, los famosos abdominales de él y ese acento inglés tan sensual de ella, hacen de la pareja uno de los matrimonios más consolidados del panorama español, con 40 años de convivencia. Eso si, lo que no sabemos es si a Ana le habrá gustado el cambio de look de su marido, nosotros echamos de menos el bigote.