La expulsión de Makoke en la décima gala de 'GH VIP 6' no ha sido el único momento que ha dado que hablar. A esto hay que sumarle las muestras de amor en plató por parte de Chabelita Pantoja y Omar Montes y la más que notable efusividad de Mónica Hoyos al conseguir el premio de la inmunidad. Pero el gran momento de la noche lo protagonizó Aurah Ruiz.
El concurso de la canaria es por y para su hijo, ya que padece una enfermedad poco común y muy costosa, tanto en lo económico como en lo emocional. Esta enfermedad hace que la ex del futbolista Jesé Rodríguez esté las 24 horas del día pendiente de la salud de su pequeño, ya que su estado es muy delicado. Desde la primera gala del reality lleva siempre consigo un peluche del pequeño como muestra de que se acuerda siempre de él y de que es el motivo de su concurso.
No es la primera vez que Aurah Ruiz confiesa que 'GH VIP 6' le está sirviendo como descanso emocional y como tiempo de respiro para poder pensar en ella misma, pero eso no quita que la canaria tenga presente que fuera del concurso le espera una vida muy complicada. Además, ha tenido que salir dos veces al exterior de la casa para enfrentarse a un juicio contra su expareja, Jesé Rodríguez. "Estoy viviendo dos realidades. Me he intentado engañar aquí dentro de que estoy totalmente feliz, pero no se lo que va a pasar cuando salga de aquí. Tengo muchísimo miedo de la realidad de verdad que es la que vivo fuera y el hecho de que pueda perder a Suso", le decía a Jorge Javier Vázquez en directo dentro del confesionario. Además, argumentaba que no es fácil tener una relación con ella ahora mismo fuera de la casa.
En un már de lágrimas
Jorge Javier Vázquez quiso tener un detalle con la concursante, ya que estaba empezando a ver la cara de su hijo desfigurada, y después de que la canaria nominase a solas en el confesionario, le pusieron una imágenes de su pequeño que solo pudo ver ella. Su reacción preocupó a más de uno, ya que se tiró al suelo derrumbada y echó a llorar, pero era de alegría. "¡Está precioso!", decía entre lágrimas. Suso entró al confesionario para consolarla, en un primer momento asustado por cómo estaba su novia, pero vio que la joven estaba feliz a pesar de sus llantos.