Ha sido durante una conversación con Sergio Ayala cuando ha dicho alto y claro que el padre de su hijo "se llama Pepe Navarro. Es ese señor que no quiere ejercer de padre, que va por el mundo hablando tonterías. Es ese señor", comenzaba diciendo antes de describir al periodista como "un señor muy cabezón que la cabeza solo le da para hacer gilipolleces".
Pero la cosa no quedó ahí y aunque aseguró que no iba a hablar más de él y que todo lo podía leer en la prensa al salir de Guadalix de la Sierra, sí hizo algún apunte más: "Ese personaje tiene 16 años más que yo y parece de tu edad. Se ocupa de hacer tonterías. Está cerca de los 70 años, tiene cinco hijos y solo se ocupa de hacer maldades".
Ya en otra conversación, en la que parecía empezar hablando de Sergio Ayala pero terminó hablando de Pepe Navarro, Ivonne Reyes ha asegurado que le queda "mucho por hablar y creo que estoy a punto de hablar claro", por lo que todo apunta a que esta no será la única vez que nombre directamente al periodista durante su estancia en Guadalix de la Sierra.
Su primera crisis con Sergio Ayala
Más allá de todas estas historia de su pasado sentimental, ahora mismo Ivonne Reyes está centrada en su relación con Sergio Ayala, que una semana después de que comenzara con su romántica noche de San Valentín, ha atravesado su primera crisis.
Después de que Aída Nízar, en los alegatos contra los nominados de la semana, asegurase que el concejal de Medina es el títere de Ivonne Reyes, esta ha cambiado un poco su actitud hacia el joven. Eso ha provocado que Sergio Ayala desconfíe de las verdadera intención de la presentadora, que en determinados momentos parece hacerle ver que, cuando salgan de Guadalix.
"Tiene detalles conmigo como que se lo está tomando a broma. Me dio a entender que cuando salgamos voy a estar 'free' , que cuando salgamos se acabó", le contó el concejal a Marco Ferri en el salón. Horas después, y tras una larga conversación en la que ambos explicaron lo que sienten y las razones de su comportamiento, parece que está otra vez todo arreglado. Un beso selló este pequeño bache y todo olvidado.