"Tenía miedo a hacerlo mal porque soñaba con poder trabajar con Pedro Almodóvar", ha comenzado el artista. "Te sometes a una presión para dar la talla con una persona que todo el universo conoce", ha añadido sobre la auténtica dificultad de trabajar con un director de este renombre.
Etxeandia ha confesado cómo se enteró que formaría parte del reparto de 'Dolor y gloria', entre incertidumbre y nervios, ya solo queda una anécdota la mar de divertida. "Antonio Banderas estaba comiendo una paella con Almodóvar y me citaron para hacer una prueba, que era como la octava", ha dicho poniendo en situación a su acompañante. Lo curioso es que "estuvieron hablando de todo menos de la película". Etxeandia estaba sumido en un mar de dudas, no entendía cuál era su papel en aquel encuentro, si le habían cogido o era solo un paripé. El actor se ponía nervioso por momentos, pero intentaba aparentar normalidad y disfrutar de la velada. Actitud que no consiguió engañar al director. "Al día siguiente me llamó Pedro y me dijo que me notó un poco nervioso", ha recordado entre risas. "Después me dijo que estaban encantados de contar conmigo y ahí super que estaba dentro de la película", ha asegurado.
El actor también ha comentado alguna que otra anécdota sobre el rodaje. "Almodóvar me decía:"llora abundante". Y yo le hice caso y me puse como un grifo", contaba. "Al final me decía "no tanto" ", ha confesado el actor a carcajadas.
Variedad de trabajos
Sin embargo, antes de convertirse en un actor y cantante de éxito, Asier Etxeandia se curtió de numerosos trabajos a cada cual más sorprendente. "Trabajé de camarero, modelo, repartiendo propaganda en los buzones y hasta en un sex shop¡y era virgen!", ha dicho entre risas. Entre confesiones íntimas, el actor afirmó que fue tardío para el tema sexual. "Mi primera vez fue con 18 o 19 años", ha admitido. Asier Etxeandía salió de casa de sus padres para intentar encontrar su camino profesional y, durante 3 años, estuvo viviendo como okupa en un cuartel militar abandonado, donde compartía techo con otra gente. "Fue el momento de más apertura de mi vida, me descubrí a mí mismo", ha recordado. Mientras tanto se dedicaba a trabajar en teatro de calle.
Más tarde empezó a estudiar en la escuela de interpretación de Getxo, en Bilbao, durante cinco años. Este lugar marcó un antes y un después en su vida: "Supe lo que es verdaderamente el compañerismo y el compromiso con la profesión. Sin los demás no eres nadie", ha asegurado. El papel que recuerda con más emoción y del que está más agradecido es el que interpretó en 'Cabaret', cuando le llamaron para hacer del maestro de ceremonias. "Es el personaje que más me ha dado", ha admitido. Y también el que le dio a conocer a un nivel más profesional.