Además, a esto hay que añadirle que las cenizas de Carmen Sevilla habrían permanecido en el tanatorio durante 105 días sin que Augusto Algueró, la única persona con potestad para recogerlas, haya acudido a por ellas. Esto ha llevado a reflexionar sobre la relación que tenían y Pablo Sebastian, íntimo amigo de la artista, ha contado sus vivencias en 'Y ahora Sonsoles': "Era un chico y debe ser encantador. Cuando yo trabajaba con Carmen en el Teatro La Latina, él venía todas las tardes a vernos y soy testigo de cómo quería ese hijo a la madre y cómo la madre lo quería, le brillaban los ojitos".
"Es muy guapo porque tiene rasgos de la madre. Ahora después, cuando la mujer se enfermó, el hijo se tuvo que hacer cargo de todo y pobrecito ahí le tiene que venir una losa muy grande de ver cómo tenía que hacer con los bienes de la madre, llevar a la residencia en un lugar en el que estuviera su madre bien, tantos años y yo pienso que el chico se cansó y dijo 'no quiero saber más nada, mi mamá es mi mamá y eso es lo que me parece oportuno'. No podemos juzgarlo. A nosotros nos hubiera gustado otra cosa pero soy testigo de que le quería mucho", decía sobre las decisiones del hijo.
Las pertenencias y la nula comunicación
"Ella me dijo que el dinero era para la finca y tenía sus deudas. Ella empezó a ganar dinero en Telecupón y empezó a aportar. Ella empeñó las joyas pero ahora ya habrán aparecido las joyas. Ella necesitaba el dinero", contaba Sebastian. También han contactado con una anticuaria que ha contado que Augusto lo vendió todo: "Cuando a la madre la metieron en la residencia comenzó a vender todo. Yo he tenido hasta hace poco alfombras de la madre. En la casa de Carmen Sevilla del Paseo del Pintor Rosales no quedaba nada porque él lo vendió todo. También sé que los abrigos de piel de ella los va a vender. A mí me vendió los muebles, taquillones, consolas, muebles muy buenos".