Poco a poco se van conociendo más detalles sobre el reencuentro que protagonizaron Kiko Rivera e Isabel Pantoja en Cantora. Los acontecimientos se fueron dando sobre la marcha, ya que el DJ se encontraba en Lanzarote para asistir a la boda de Anabel Pantoja junto a su mujer, Irene Rosales, y sus hijas. Todo estaba perfectamente planificado pero, al recibir la noticia del fallecimiento de Ana Martín, las cosas se torcieron.
Han sido varias las versiones que se han ido conociendo sobre las decisiones que tomaron los distintos miembros de la familia pero el resultado fue que Kiko Rivera acudió a Cantora a pesar del año que llevaba distanciado de su madre. Por un lado, Belén Esteban ha revelado que fue Raquel Bollo la que le dijo al DJ que debía acudir para estar al lado de su madre, un impulso que necesitaba teniendo en cuenta el mal momento de la familia.
Por otro lado, Diego Arrabal ha dado una versión parecida pero no igual: "La decisión de Kiko estando en Canarias fue que no iba a ningún sitio. Después se entera de que Anabel va a volar sí o sí para darle un abrazo a Isabel y ahí es cuando Kiko reacciona y dice 'si no voy, qué mal voy a quedar'". Lo que está claro es que ese reencuentro se produjo y en 'Viva la vida' han desvelado lo que sucedió.
Así fue el reencuentro
Según han explicado en exclusiva en el programa, Kiko Rivera llega a Cantora y se funde en un emotivo abrazo con Isabel Pantoja. Madre e hijo deciden apartarse de los demás e ir a un lugar más íntimo para hablar con tranquilidad. Las palabras textuales del DJ a su madre fueron: "Estoy aquí porque se ha muerto la yaya. Tenemos que hablar de muchas cosas pero ahora no es el momento".
En el programa también han desvelado cuál fue la petición que la tonadillera le hizo a su hijo aprovechando su visita tras más de un año alejados: " Isabel Pantoja le dice a su hijo Kiko que, por favor, le deje ver a sus nietas y Kiko accede a que le lleven a las niñas a Cantora. Así que en los próximos días sabemos que Kiko y sus hijas van a ir a Cantora a verla". Tras este encuentro, Kiko Rivera se marchó muy reconfortado y habiéndose quitado un peso de encima.