Tuvieron a Carmen Borrego en una sala aislada sin que nadie la viera y, ni siquiera ella se ha visto durante catorce días teniendo todos los espejos de su casa tapados. Antes de verse ella misma, fueron los espectadores los que descubrieron su nuevo aspecto: mucho más rejuvenecida, sin una sola arruga, más parecida a su hija y con corte de pelo nuevo. Por ahora, está un poco hinchada en la zona de las costuras, pero es cuestión de tiempo que quede perfecta.
Mucha emoción
Tras bajar las escaleras, Carmen Borrego recibió los halagos de sus compañeros en plató. Belén Esteban le dijo que estaba estupenda y que con unos días más estaría perfecta. La emoción de Borrego era palpable y apenas podía contener las lágrimas. Su hija Carmen y su marido José Carlos entraron para apoyarla en esos momentos y, finalmente, pudo verse en el espejo. La colaboradora se quedó atónita al verse reflejada pero aseguró que le gustaba mucho lo que veía en el espejo.