Aramís Fuster prometió no volver a aparecer en 'Sálvame' tras sentirse totalmente humillada después de que se descubriera su supuesto montaje con unas imágenes de lo más comprometidas. Poco le ha durado la promesa, ya que un reportero del programa se desplazó hasta donde ella se encuentra residiendo para ver que tenía que decir y ella, habló.
En un principio no quiso hablar con el programa directamente, únicamente charlaba con el reportero hasta que comenzó la conexión y la grabaron sentada en una silla con mala cara, como viene siendo habitual estos días. Paz Padilla insistió en que se pusiera el pinganillo para poder hablar con ella y al final Aramís Fuster cedió, para, al final, terminar diciendo una gran cantidad de palabras mal sonantes que hicieron que la conexión finalizara inmediatamente.
Durante esa conexión, Aramís Fuster pudo escuchar unas declaraciones del personal del hospital en el que ella estuvo ingresada cuando se produjo su supuesto intento de suicidio. Explicaban que Aramís llegó a urgencias insultando a la gente, con un gran despotismo. Además, afirmó: "Tiene un problema psicológico. Está loca". Y, para colmo, explicó que los esparadrapos que llevaba se los había puesto ella misma y que los cortes eran provocados por haberse depilado.
Mucho humor
Kiko Hernández no dejó pasar la oportunidad de hacer humor con la situación de la pitonisa y apareció al comienzo del programa vestido como si fuera Aramís Fuster. Se puso el traje que llevaba ella el día anterior, amarillo y apretado, y llegó caminando lentamente ayudado por una trabajadora del programa hasta la puerta de Telecinco. Pasó toda la tarde disfrazado, pintado como la vidente.