"No quiero que mi vida se convierta en la comidilla, el cotilleo, el espectáculo porque no me afecta solo a mí. Hay gente de mi entorno más cercano que se verían perjudicados y yo eso no me lo perdonaría", le ha confesado afirmando que él nunca se sentaría en un plató de televisión a hablar sobre su vida privada. "Esa es mi línea roja. No me gusta nada la fama y quizá ese sea el precio más alto que pago por estar aquí".
Una de las cosas que más sorprende del periodista es la actitud con la que se está tomando la vida. Un momento en el que le cuesta enfadarse y a pesar de los problemas que le han dado, no está molesto: "Tuve dos faenas: una con Hacienda y otra porque confié en una persona cercana para depositarle parte mis ahorros y me los ha fundido", le ha confesado a Cristina Soria. Después en plató ha querido matizarlo y los colaboradores se han quedado muy impactados: "No me puedo creer que lo hayan hecho con mala fe".
Antonio Montero: "Me afectó poco para lo que me podía haber afectado"
Por último, Cristina Soria ha querido analizar su comportamiento pues Montero afirma que este tema le ha afectado muchísimo menos de lo que le hubiese afectado a cualquier otra persona: "Sigo hablando con esa persona e incluso sigo intentando creerle". La coach justificaba ese comportamiento de Montero que es tan difícil de entender para los colaboradores: "Tiene esa capacidad de ver lo realmente importante en la vida y tiene la capacidad de perdonar. Tiene un cerebro muy entrenado para saber por qué cosas se quiere desgastar y por cuáles no".