Antonio Montero ha conseguido llegar a la final de 'Pesadilla en el Paraíso 2' y cuando se encuentra a las puertas de saber si será el vencedor o no, el concursante ha abierto su corazón una vez más en el concurso para hablar sobre su mujer. Nagore Robles le citaba para que hablara un poco más en profundidad sobre su paso por el reality y comenzaba hablando de cómo se había desenvuelto en el programa.
"Es un concurso, nos retratamos todos, para lo bueno y para lo malo. Yo el primero me habré equivocado. Aquí al principio hubo un momento en el que se descubrió que yo aquí había venido a jugar. Oh, qué gran traición a tus compañeros, que somos tan amigos, que nos queremos tanto, paz y amor", contaba el concursante. Tras esto, añadía: "Desde ese mismo momento dije que estaba jugando todo el mundo. A veces soy muy directo y hago daño".
La finalidad de Antonio Montero era que se le conociera y él cree que así ha sido: "Si hay algo que quería yo de esto es que la gente me conociera cómo soy para todo". Por último, aseguraba que la persona que más le ha decepcionado ha sido Silvina, con la que tuvo una gran amistad pero que luego viró por completo. Sin embargo, el momento más emotivo ha venido de la mano de su mujer, Marisa Martín Blázquez.
Emoción en estado puro
Esta conversación más íntima comenzaba con la pregunta de Nagore sobre su carencia y él lo tenía claro: "Yo creo que tengo la autoestima no siempre muy bien, dudo mucho de mí, no me gusta verme". Rápidamente salía en la conversación su mujer, quien asegura estará molesta por haber hablado tanto de ella: "Marisa me va a regañar por haber hablado de ella porque no le gusta. Ni aunque hable bonito. Yo no puedo hablar de mi vida sin hablar de ti, porque tú eres mi vida", decía emocionándose.
Es cierto que cuando ha hablado ha confesado que su matrimonio nunca ha sido algo idílico y, precisamente por eso, no ha podido evitar las lágrimas: "He hecho algunas putadas en la vida. Los dos nos habremos hecho. Yo creo que sí me ha perdonado. Yo a mí también me he perdonado. De lo que más me arrepiento en mi vida es que a veces en esas controversias hayamos llegado a hablarnos más alto de lo debido y eso es algo que para mí es...", decía entre lágrimas. Sin duda, un Montero muy distinto a lo que se suele ver en los programas en los que ha trabajado.