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No hay edición de 'Gran Hermano VIP' en la que un concursante llegue a pedir el abandono voluntario del reality ante la presión que supone. Alba Carrillo ya lo ha intentado dos veces, entrando desconsolada en el confesionario y pidiendo, de manera desesperada, abandonar el reality de Guadalix.
La concursante, tras discutir de nuevo con Hugo Castejón, no paraba de darle vueltas a la cabeza pensando en la gente de fuera y lo que pudiera pasar. Lo que no se imaginaba es que la persona que había ido a consolarla fuera uno de sus grandes archienemigos fuera del concurso, Antonio David Flores, exmarido de su amiga Rocío Carrasco.
Flores, al ver cómo rompía a llorar su compañera de concurso no dudó en apoyarla y aconsejarla tras la discusión. "No se te puede ir de las manos. Nosotros tenemos fuera cosas, no hables más de eso. Cuanto más se habla, más se comenta", le aconsejaba.
Concurso intenso
Carrillo está viviendo un concurso lleno de altibajos. Tras querer abandonar sin haber empezado el reality por compartir hogar con su excompañero de 'Supervivientes 2017', Kiko Jiménez, la colaboradora de 'Ya es mediodía' tuvo que ver cómo el exmarido de su mejor amiga compartía techo con ella. Sin embargo, poco a poco ha ido limando asperezas.