Tras vender a la revista holandesa Privé las fotografías de Bárbara Rey y el Rey Juan Carlos I besándose durante uno de sus encuentros clandestino en 1994, Ángel Cristo se ha sentado por segunda vez en el plató de 'De viernes' en un programa especial dedicado al presunto chantaje de la vedette al entonces Jefe de Estado gracias a material como este. Después de una semana y otra entrevista, Ángel Cristo Junior ha reaccionado a las declaraciones de su hermana Sofía y su madre en los últimos días.
" Se contradicen muchas veces ", reconoce Ángel Cristo asegurando que no solo en los últimos días, sino en los últimos años cuando era una familia unida ante un mismo enemigo -el Rey Juan Carlos-, la versión que se había dado de los hechos y sobre él mismo era muy diferente. El exsuperviviente asegura que lo que está ocurriendo ahora es el resultado de lo que Bárbara Rey, su madre, hizo con él cuando era tan solo un adolescente.
" Yo me siento aquí porque mi madre me fijó un objetivo y lo cumplí. Admito que he cometido errores, pero empujado por mi madre", entonando por primera vez el 'mea culpa' al reconocer que "me puedo haber sobrepasado en ciertas actuaciones", pero todo lo que hizo era por proteger a su madre: " Yo tenía que salvaguardar la seguridad de mi familia ".
"Hice cosas que no eran propias de mi edad"
Ángel Cristo culpa a su madre de encomendarle unas responsabilidades cuando era un niño que no le correspondían y que lo metió en medio de unos asuntos peligrosos que tampoco y que ahora, el hecho de contarlo, no es más que hablar de su propia vida y lo que tuvo que hacer por salvar a su familia en aquel momento: "Mi madre me hizo capitán antes que soldado y llega un momento en el que te crees General. Había un momento en yo tenía que mirar atrás, estar pendiente de si mi madre llegaba tarde, quién nos seguía...".
Desde muy pequeño Ángel Cristo reconoce que Bárbara Rey lo vio como el hombre de su vida, el que siempre estaría ahí y nunca le fallaría porque su única misión en la vida era estar a su lado y cuidarla. Notó que su madre no iba aceptar que tuviese su propia vida desde muy joven, cuando empezó a tener su propia vida amorosa: " Ella estaba celosa de mis novias porque lo que pretendía era que yo la cuidase toda la vida ".
Él la cuidó, reconoce, y mucho: " La he querido durante muchos años, la he cuidado días y noches, cosa que no es normal. Hice cosas que no eran propias de mi edad ". Las hizo, añade también, motivado por la admiración y cariño que sentía por su única figura adulta en la familia: "Mi madre me cuenta lo mal que se estaban portando con ella y mi madre para mí era quien me cuidaba, quien me mantenía, la persona en la que yo confiaba", lo que llevó a hacer todo lo que hizo sin pensar, ni él ni su madre, cómo le afectaría de por vida: " Todo esto tiene unas consecuencias en un niño que no se están teniendo en cuenta. Ha sido difícil ".