1. Capítulos iniciales demasiado introductorios
Durante los dos primeros pases de la octava parte de la ficción, los guionistas llevaron a cabo un resumen en el que trataban de ubicar a los personajes en cada una de las tramas que tenían abiertas. Sin embargo, el tiempo que se había planteado era el que era, y que la acción hubiera llegado un poco antes habría dado más vitalidad a la que se presentaba como la temporada más espectacular de todas.
2. Dudas y cabos sueltos sin resolver
Si algo no se puede negar es que 'Juego de Tronos' ha mantenido en vilo a medio planeta, que para saciar sus ganas de ver más y más siempre ha recurrido a generar teorías en base a cualquier detalle que venían. Uno de los personajes que más especulaciones ha suscitado ha sido el Rey de la Noche. Desde que la vieja tata narrase a Bran en la primera temporadas las leyendas sobre la Larga Noche, comenzó a situarse en la trama esta amenaza que estaba totalmente alejada de la literatura y que era real. La verdadera guerra no era entre las casas nobles de Poniente, sino entre vivos y muertos.
El líder del ejército que venía de más allá del muro era el auténtico villano de los Siete Reinos. Sin embargo, no se sabía nada sobre su origen y quién era realmente, algo que muchos fans esperaban que se resolviera en la última temporada. La corriente de opinión más fuerte sostenía que era el propio Bran Stark, ya que no se entendía si no la relación que había entre ellos, algo que tampoco se ha llegado a explicar con exactitud. Solo se sabe que los niños del bosque lo crearon para tratar de frenar el avance de los humanos destruyendo su mundo mágico, pero para 'Juego de Tronos' parecía algo aburrido pensar que era un simple hombre rubio que pasaba por allí y al que ataron en un árbol para clavarle un vidriagón en el pecho y convertirlo en un ser sobrenatural.
Por otra parte, también Melisandre ha despertado siempre incertidumbre. Ya se supo hace varias temporadas que detrás de su joven rostro se escondía una anciana que salía al descubierto cuando se quitaba el collar que siempre llevaba encima, pero no se ha explicado por qué ocurría eso. De igual modo, en el penúltimo capítulo vimos el esperado reencuentro entre los hermanos Clegane. Durante la lucha, El Perro trató de acabar con La Montaña, pero al clavar el cuchillo no salía ni siquiera sangre, al más puro estilo de los Caminantes Blancos. Muchos fans se han quedado con las ganas de saber qué clase de bestia se escondía detrás de Gregor Clegane, pero el fuego ya le ha consumido. Y la duda final es qué pasará con Drogon, que desapareció en el último episodio tras quemar el Trono de Hierro y llevarse el cadáver de Daenerys.
3. Escenas de infarto propias de la serie
Lo que no ha decepcionado a ningún espectador de la última temporada de 'Juego de Tronos' son las escenas de infarto a las que tienen acostumbrados a los fans y que también se han dado durante los capítulos finales de la ficción de HBO. En concreto, estamos hablando de momentos como la muerte de Rgaegal en el cuarto episodio a manos de los escorpiones de la Flota de Hierro, la destrucción de todas estas armas por el dragón que quedaba vivo en el penúltimo capítulo, cuando decapitaron a Missandei para declarar la guerra a la Madre de Dragones, la ejecución de Varys o la lucha entre los hermanos Clegane.
Posiblemente, fue el penúltimo capítulo el que más acción presentó, lo que muchos alabaron porque los guionistas habían vuelto a las raíces de 'Juego de Tronos', pero para otros muchos fue el peor episodio de toda la saga. En un momento en el que la guerra parecía haber acabado, Daenerys llevó a cabo la destrucción total de Desembarco del Rey, la capital de los Siete Reinos sobre los que iba a gobernar. De Madre de Dragones a Reina de las Cenizas, este loco desenlace para su personaje fue una de las escenas más impactantes de toda la serie, lo que le llevó a la muerte, siendo asesinada por el propio Jon para evitar que imperase un nuevo gobierno basado en la tiranía.
4. Giros argumentales en el destino de los personajes
Siempre se ha dicho que en 'Juego de Tronos' las profecías siempre se cumplen, pero no ha sido así finalmente. Cersei Lannister ha sido, después del Rey de la Noche, la antagonista por excelencia de la serie, por lo que todos los espectadores esperaban una muerte cruenta para ella a manos de su hermano pequeño, ya fuera Jaime o Tyrion, tal y como predijo Maggy la Rana. Sin embargo, perdió la vida abrazada a su mellizo y aplastados ambos por un techo que se les sobrevino encima como consecuencia de la destrucción de Desembarco del Rey. Un final poético para un personaje que merecía una muerte apoteósica.
La muerte del Rey de la Noche tampoco fue la esperada. Lo cierto es que Jon Snow fue revivido por el Señor de Luz porque tenía un claro objetivo en la Gran Guerra entre vivos y muertos, por lo que se esperaba que hubiera un enfrentamiento directo entre ellos. No obstante, fue Arya la que finalmente acabó con el líder de los muertos, tal y como predijo Melissandre en su momento. En este caso, la profecía sí se cumplió, no entendiéndose por qué en el caso de Cersei no ocurrió lo mismo. A pesar de ello, Jon mantuvo un claro papel secundario que muchos seguidores no llegaron a entender, puesto que siempre se había planteado como decisivo para acabar con los muertos.
Por su parte, el giro argumental más sobrecogedor fue el de Daenerys. Después de toda una vida intentando recuperar lo que era suyo por derecho propio, los guionistas de la serie decidieron que su papel tenía que ser reencarnar el gen loco de los Targaryen, el de su padre. La mayor parte de los fans no entendieron que se desencadenara esta trama ya que, aunque siempre ha sido un personaje que ha mostrado signos de impaciencia y ambición por el Trono de Hierro, nunca había estado dispuesta a todo por conseguirlo, a utilizar el lema de su casa, "Sangre y Fuego", para alcanzar ese objetivo.
5. La muerte de la protagonista
Después del giro argumental de los guionistas, Daenerys Targaryen se acabó convirtiendo en su propio padre, y lo que el Rey Loco no pudo hacer, lo consiguió ella: acabar con Desembarco del Rey. Debido a ello, toda la corte que hasta entonces le había sido fiel le dio la espalda, al no estar de acuerdo con esta matanza emprendida a lomos de su dragón, por lo que su destino parece que estaba claro: jaque mate a la reina.
"El amor es la muerte del deber", dice Jon Nieve el minuto 26 del capítulo final. Es en ese momento cuando se da cuenta que la amenaza es real y que es el momento de poner fin al corto reinado de su tía, Daenerys. Después de jurarla lealtad y fundirse en un beso, acaba con la vida de la protagonista por excelencia clavándole un puñal en el pecho.
Sin embargo, el otro gran protagonista de la serie siempre ha sido el Trono de Hierro. Con su desaparición tras su quema por Drogon, se puso fin al símbolo de la Corona, ya que el final de 'Juego de Tronos' ha significado la llegada de la democracia, en cierto modo. Desde ahora, los Seis Reinos, puesto Invernalia será independiente, serán regidos por un monarca elegido por los diferentes dirigentes de las grandes casas nobles de Poniente.