La organización del reality tentó a los supervivientes con diferentes retos a cambio de jugosas recompensas: desde la hamburguesa de Anabel a las chuches de Ana Luque.
La novena gala de 'Supervivientes 2022: Tierra de Nadie' vivió uno de los momentos más divertidos desde que comenzase el concurso: el juego de la mesa de las tentaciones. Como viene siendo habitual, la organización del programa propuso a los concursantes diversos retos con los que poder ganar deliciosos premios que iban a calmar sus tripas y el hambre. Los espectadores no olvidan las míticas rapadas de María Jesús Ruíz o Ana María Aldón en ediciones anteriores, una penitencia que también quisieron plantear a Anabel Pantoja. Por todos es sabido lo coqueta que es la colaboradora de 'Sálvame', que se cerró en banda y no quiso participar en la prueba, a pesar de que la recompensa era una hamburguesa gigante con cebolla, queso, bacon, lechuga y, por supuesto, mayonesa, la salsa preferida de la sobrinísima.
Anabel fue la primera concursante que pasó por la mesa de las tentaciones, pero pasó al banquillo para reflexionar si aceptaba el reto que le proponía Lara Álvarez. Mientras tanto, sus compañeros fueron descubriendo de la mano de la presentadora sus respectivas tentaciones. Entre los suculentos premios encontraron chucherías, un pastel o pizzas. Sin embargo, el más especial de todos era el que esperaba a Yulen Pereira: un pollo guisado con arroz y frijoles al estilo cubano cocinado por su propia madre, que entró para sorprenderle y despedirse de él tras la visita que le hizo durante 'Conexión Honduras' el domingo anterior.Anabel negocia y sucumbe a la tentación
Después de que todos y cada uno de sus compañeros terminasen aceptando los retos que les proponía Lara Álvarez, Anabel Pantoja continuaba esperando y rabiando de envidia porque sentía que iba a ser la única que no iba a disfrutar de un atracón de comida. Sin embargo, la influencer no estaba dispuesta a raparse el pelo al 3 porque, como confesó, tenía compromisos profesionales. De hecho, y aunque Yulen le dijo que lo hiciera que para él seguiría estando muy guapa, ella dijo muy sabiamente que la primera que se tiene que ver atractiva es ella y que con el cráneo rapado no lo iba a estar.
Lara Álvarez accedió a negociar con Anabel Pantoja y le ofreció dos hamburguesas gigantes si, además, se rapaba al cero. Como era de esperar, la sobrina de Isabel Pantoja volvió a cerrarse en banda. Durante todo este tiempo, la concursante pasaba constantemente del amor al llanto, despertando las risas del público congregado en el plató y fue toda una fuente de memes para los twitteros que seguían el programa a través de esta red social. Finalmente, la presentadora asturiana sacó una tijera y una regla y le propuso a Anabel que, en función de los centímetros que se cortase de melena, obtendría más o menos ingredientes de hamburguesa. Por 25 centímetros, obtuvo la hamburguesa al completo salvo el tomate y el pepinillo, lo que le provocó una enorme felicidad.