La presentadora aseguró que a Rocío Carrasco se la entiende como una víctima a la que no se le ha hecho justicia pese a haber pasado "por 7 jueces distintos" y, en cambio, a Rocío Flores "una sola vez en el juzgado y unos solos informes" son más que suficientes para criminalizar de odio hacia su madre. "A uno se les niega todo, a otros se les da todo [...] Simplemente digo porque lo sé que esta chica cuando pasó todo eso tenía 16 años y ahora tiene 25. Que en esta vida un juez decide una cosa y estás 6 meses, pero hay vida después. La gente tiene derecho a seguir su vida".
Tras esto, no dudó en salir en defensa de la que es colaboradora en su programa asegurando que, al igual que su madre, ella también está sufriendo: "Esta niña está sufriendo un acoso, una revictimización y eso no se puede negar, independientemente de la madre, el padre y el Espíritu Santo, del marido de la madre, la mujer del padre... Se está siendo con esta criatura tremendamente injusto y duro, porque también tiene derecho a tener sus sentimientos. Puede estar o no equivocada, pero es lo que siente".
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Por esto mismo, y a pesar de que la colaboradora no niega el sufrimiento que pueda estar teniendo la joven en un momento tan convulso como el que está viviendo toda su familia por las durísimas declaraciones e Rocío Carrasco en su serie documental, esta entiende que el llamamiento a su madre "es un discurso que tiene mucho que ver con lo que ha estado pasado estos años".