La presentadora ha continuado diciendo: "Venía aquí todos los días, hacía el programa y luego me iba a la radioterapia y al día siguiente volvía. No cogí ni un día de baja". Estas palabras, como era de esperar, han dejado a todos con la boca abierta.
Quintana ha decidido contar esto para que muchas personas vean que el cáncer se supera y lo ha contado con la voz rota. Sus hijos pequeños, que por aquel entonces tenían solo seis años, no se enteraron de lo que le pasaba, igual que sus compañeros, puesto que se sentaba cada día la lado de Joaquín Prats aunque él no lo sabía.
Anima a la reflexión
"No lo conté porque mis hijos tenían seis años y mi madre aún vivía y no quería preocuparles. Me prometí que no lo contaría hasta que ella me faltara", ha dicho con emoción, y ha añadido: "Han pasado ocho años, me hago mis revisiones cada seis meses o un año ya estoy dada de alta pero sigo haciéndolas porque quiero". Y ha llamado a la reflexión: "Sigamos con nuestra vida, que es divertirse, vivir... pero ha que recordar que cualquiera puede padecer un cáncer".