La presentadora ha recordado la etapa en la que el cantante la acogió en su casa cuando estaba buscando suerte en Estados Unidos.
El programa 'Lazos de sangre' ha rendido homenaje a Julio Iglesias para repasar su trayectoria tanto personal como profesional. Para ello en el plató del espacio de La 1 han contado con la presencia de varios invitados, y una de esas personas ha sido Ana Obregón, que hace años que tiene una buena amistad con el cantante.
Mientras que aparecía en este programa, también lo hacía en el nuevo espacio de Telecinco, 'El musical de tu vida', donde ha revelado cómo surgió su vínculo con el artista. "Mis padres eran amigos de Julio", ha dicho, para añadir después que él le acogió en Los Ángeles después de que dos hombres irrumpieran en su casa. "Pero no me robaron nada porque vieron que no había qué coger. "Pasé de eso a vivir en Bel-Air", ha apuntado. Mientras que ella estaba buscando su camino como actriz, el cantante se convirtió en un gran apoyo para ella cuando se encontraba en Estados Unidos. "El lado humano de Julio es lo que a mí me gustaría que se viera esta noche", ha dicho Ana Obregón, sobre todo cuando se ha comenzado a hablar en el plató de todas las intervenciones estéticas que se ha realizado.
Molesta ha dicho: "Me parece mal que estemos hablando de esto. No estamos resaltando que tiene un Grammy, que tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Los Ángeles, que ha vendido 250 millones de copias... Me importa tres pepinos que se haya puesto aquí o allá. A mí lo que realmente me importa es que a mí se me remueve todo cuando escucho 'Me olvidé de vivir'". Para ella es importante centrarse en su carrera y en lo verdaderamente importante de la vida del cantante. La anécdota de la presentadora con el cantante
Pero en ese momento algunos colaboradores del espacio se escudaron en el hecho de que él siempre ha sido muy coqueto. Ha sido en ese momento cuando Ana Obregón ha contado lo importante que es para él estar bronceado. "Tengo una anécdota al respecto. Julio iba a hacer un disco con Diana Ross y quería estar bronceado. En casa tenía una de esas máquinas para tomar el sol, pero no tiene un timbre que te avise del tiempo que llevas así que nos dijo a Tocho y a mí que les avisáramos en unos 20 minutos. Nosotros nos bajamos a la piscina y cuando nos dimos cuenta de que empezaba a anochecer. Fue entonces cuando corrimos a por Julio, que acabó con quemaduras y todo", ha revelado.