Ana María Aldón recuerda el paso de Ortega Cano por la cárcel: "Mi día a día era con mucha tristeza"

Tras pasar unos días en familia en Chipiona con su marido José Ortega Cano y su hijo José María, Ana María Aldón se ha sentado en 'Sábado Deluxe' para hablar de su paso por 'Supervivientes 2020' y para tratar todo lo que se ha dicho de ella durante su estancia en Honduras.

Una entrevista en la que su marido ha tenido un gran peso. La segunda clasificada del reality, que ha asegurado que discute poquísimo con su marido porque " no somos personas de discutir y tirar cuchillos", ha contado cómo se enteró de que estaba embarazada y lo impresionada que se quedó con la noticia.

Ana María hablando de su marido José Ortega Cano / Telecinco.es

Aldón sentía un fuerte dolor en los riñones y creía que el análisis que le hicieron iba a determinar que tenía infección, pero fue todo lo contrario: " Era un niño mandado y bien mandado. Yo no me lo creía. Yo cuando me dijo el médico que estaba embarazada dije 'no' porque con una mano se contaban las veces y había medicación y cosas y de todo... Pero no fue un descuido ".

Ana María Aldón: "Era un niño mandado y bien mandado"

Otro de las preguntas que le han hecho los colaboradores ha sido si le puso como condición a Ortega Cano que dejara de beber. Ella, siempre tan comedida, ha sido muy clara: " Él conmigo no bebía. Fue un episodio muy duro que creo que le pertenece a él hablarlo", comentaba sin entrar en el tema.

Ana María muy firme hablando de su economía / Telecinco.es

Y en lo que tampoco ha querido entrar mucho es en cómo vivió el paso de su marido por la cárcel. "Fueron muy duros esos dos años en Zaragoza. Pero eso no tiene ningún mérito, lo hago yo por mi pareja. Vivía allí en un apartamento, un pisito de 60 metros. Mi día a día era con un niño pequeño y mucha tristeza ", ha contado asegurando que lo hizo por el bien de Ortega Cano pero que él no se lo pidió: "No le hizo falta pedírmelo, te entregas a fondo".

Una charla en la que también ha habido tiempo para hablar de dinero. " Yo tengo mi economía y él la suya ", decía firmemente asegurando no tener ni idea del "dinero que él tiene en su cuenta, ¿por qué lo voy a saber? Estamos casados en régimen de separación de bienes y yo me sentiría como invasora, si me lo quieres contar bien y si no me lo quieres contar también". Además tenía muy claro que " no me iba a casar en gananciales porque a mí no me gusta que me tachen de lo que no soy ".