El presentador le preguntaba por lo que quedaba en el matrimonio y Ana María Aldón hacía alusión al cariño: "Para mí lo más importante es el cariño, es más importante el cariño que la pena y la compasión por una persona. Solo por cariño no se está en un matrimonio, necesitamos metas y prioridades. No he pensado qué va a ser de él sin mí. En un momento dado, al principio cuando yo me quedo embarazada y él tiene todos los problemas que tiene por delante yo decía 'dios mío, si desaparezco, lo hundo'".
"Tengo que seguir, estar a su lado, luchar y estar a su lado. Era un momento concreto, yo ya estaba embarazada y él tenía el juicio y todo lo que vino después. Yo tenía que ser fuerte también. No sé cuando dejó de ser un matrimonio", añadía. También ha aprovechado su presencia en 'Sálvame' para hablar con Kiko Jiménez, quien le mandó un importante mensaje hace unas semanas en el que le revelaba algo vital para ella: "¿A mi hijo se le hizo una prueba de paternidad?", le decía la diseñadora durante la entrevista.
Kiko Jiménez no ha querido entrar en detalles: "Yo la respuesta te la doy en privado. En ningún momento pretendía causarte ningún daño. Lo que sí quería en un momento de rabia es que abrieras los ojos. Yo el mensaje te lo mandé a ti en privado. Hubo mucha gente que, sin conocer el contenido del mensaje, daba por hecho lo que te dije. Yo no he hecho referencia a eso públicamente en ningún momento, simplemente te mando un mensaje porque quiero que te enteres de algo que te interesa saber y, sobre todo, para que sepas con quién estás".
El momento tenso con Jorge Javier
Jorge Javier Vázquez no ha dudado en referirse a Ortega Cano como un cobarde y Ana María Aldón le ha frenado en seco: "No le faltes el respeto". El presentador le respondía: "No es faltar el respeto es una descripción. Es un cobarde porque es incapaz de sentarte a hablar". La entrevistada continuaba con su defensa: "Tú puedes tener tu opinión pero si yo te lo pido por el bien de la entrevista va a ir mejor. No hace falta descalificarlo llamándolo de esa manera".
Jorge Javier insistía: "No es un insulto. Hay gente que son incapaces emocionalmente de sentarse cara a cara y decirte 'oye Ana María, tal, tal y tal'. Sin embargo, llama a un programa de televisión y cuenta cómo se siente. Eso es un cobarde se mire por dónde se mire". Ana María continuaba con su defensa: "En vez de llamarle cobarde al menos en mi presencia no se lo llames. Él actúa como actúa, vive como vive, siente como siente y padece. Es un ser humano, esas cosas también le afectan. Es innecesario. Es su manera de ser, puede ser más o menos, de una manera o de otra".
"No ves que, conforme han pasado los años, ¿su forma de ser es cada vez más fea?", decía el presentador ante la defensa de ella: "Es él, cada uno actúa de su manera". "¿Este era el hombre del que tú te enamoraste?", le lanzaba Jorge y ella negaba: "Yo me enamoré de un hombre súper cariñoso, súper atento conmigo, que no me dejó ni un momento durante el embarazo. A mí no me da vergüenza verlo ahora, no quiero verlo sufrir. No me gusta ver a las personas sufrir". Para terminar, Jorge Javier le preguntaba si no consideraba un hombre ridículo a Ortega y ella lo negaba: "No es un hombre ridículo. Es un hombre que se equivocará como tú, como yo porque todos erramos, todos somos seres humanos y todos en un momento dado hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos".
La bronca con Lydia Lozano
Ante esto y las diversas preguntas sobre la docuserie de Rocío Carrasco, Lydia Lozano se ponía mala y no podía evitar enfadarse con la situación: "Sabías que Jorge Javier te iba a hacer estas preguntas porque está presentando el programa de Rocío. Habértelas preparado pero parece que tu marido te ha dicho 'si vas a 'Sálvame' cuidadito con lo que dices y respétame', pero durante meses tú no le has respetado y tiene todo el derecho Jorge de hacerte las preguntas que te está haciendo. Lo has dicho y las has vendido: 'no duermo con él', 'no me habla', 'la del servicio tiene más vida que yo en esa casa', 'vivo en un sótano', todo eso durante meses".
"No puedes decir más mentiras en un minuto", le espetaba Ana María Aldón, algo que sorprendía mucho a Lydia Lozano, que respondía: "Tú has sido la que nos has tomado el pelo a todos. Ahora vienes aquí a defender a tu marido. No tienes vergüenza". "No te voy a permitir que hables así. ¿Esta señora va a terapia?", decía la entrevistada, algo que enfadaba mucho a la colaboradora: "Oye no juegues con la salud mental porque si tú lo estás pasando es muy feo que lo digas tú, cuando ibas a un coach, no a un psicólogo. Entonces que me mandes a mí a terapia es muy bajuno".