Tras esto, fue Carmen Borrego la que hizo saber a través de 'Sálvame' que Ana María Aldón había tocado fondo anímicamente tras lo ocurrido y que iba a poner tierra de por medio con su marido en medio de toda la problemática. Y a pesar de que Rosa Benito, supuestamente cercana al matrimonio, aseguró que la situación era totalmente la contraria, efectivamente la diseñadora decidía irse a Rota para estar con su familia y contar con su apoyo y cariño en un complicado momento.
En cambio, la preocupación empezó a aumentar cuando Ana María Aldón no volvía a Madrid para acudir a su puesto de trabajo en 'Viva la vida' y tampoco había notificado con anterioridad que se iba a ausentar. De hecho, esta tampoco respondía a las llamadas del equipo para poder hablar con ella, lo que dejaba todavía más preocupados al equipo del programa. Por ello, no dudaban en poner a su maquinaria periodística a funcionar para recabar información por su cuenta, y lo consiguieron.
Un informante anónimo le hacía llegar a José Antonio Avilés unas imágenes de Ana María Aldón saliendo de un gasolinera durante su viaje de Rota a El Rocío, lugar donde todavía siguen las celebraciones. Según esta persona, no lo hacía sola, sino que estaba en compañía de "ese matrimonio que son los empresarios y amigos con los que promociona los gazpachos". Una información que hacía pensar que podría tratarse de un viaje profesional, aunque la manera de comportarse de la colaboradora seguía preocupando mucho.
Raquel Bollo da la última hora
Por su parte, Raquel Bollo hacía público minutos más tarde que había hablado con alguien del entorno de Ana María Aldón y que le habían hecho saber que esta estaba "descansando y evitando contacto" con casi todo el mundo, motivo por el que seguía desconectada. Según la también colaboradora, la mujer de Ortega Cano se encuentra solo en compañía de "su hijo", por lo que el diestro se habría quedado solo en Madrid. Bollo ha querido también dejar claro que, a pesar de lo que se ha dicho, "no hay motivo por el que preocuparnos", asegurando que las cosas estarían más calmadas de lo que podría parecer.