Ana Luque recibe una carta de sus hijas
Una vez que hubo leído la carta de sus hijas, Ion Aramendi informó a la concursante que tenía que subirse a la barca para proseguir con el juego que les habían propuesto, continuando así con el engaño. El siguiente paso era trasladar de nuevo a Ana junto al resto de compañeros, que estaban dispuestos en un panel. Ella se encontraba con los ojos vendados y debía adivinar, tocando el rostro de cada uno de ellos, de quién se trataba. Si lo adivinaba, tendría otra sorpresa, como así fue. Tras ello, la amiga de Olga Moreno pudo escuchar la voz de su 'marío', Juanma. "Te echamos de menos, estamos todos locos por volver a abrazarte. Estamos orgullosos de tu concurso, lo estás haciendo muy bien y queremos verte en la final, todos soñando con ir a recogerte a Madrid. ¡Te quiero, mi vida!", fueron las palabras que le dedicó a través de un audio.
Ana Luque se reencuentra con su marido
"No sabes cuánto le echo de menos", decía una emocionada Ana mientras se abrazaba a Lara Álvarez después de escuchar la voz de su marido, después de dos meses sin poder hacerlo. Sin embargo, tal y como comunicó Ion Aramendi, todavía quedaban más sorpresas para la concursante, aunque para ello tendría que apoyarse nuevamente en sus compañeros. Debían comer una serie de exquisiteces, que abarcaban desde bizcocho, salmorejo, pasando por tarántula frita y hasta vómito, para conseguir puntos con los que abrir una cabina, en la que se escondía Juanma.
Finalmente, Ana Luque abrió los tres candados y pudo abrazarse a Juanma. La concursante aprovechó para preguntarle por sus padres y sus hijas, informándole de que todo estaba bien. Este momento se producía bajo la atenta mirada del resto de robinsones, a los que Ana preguntaba "¿a qué es muy guapo mi Juanma?", provocando nuevamente las risas del público. Minutos después, fueron trasladados a un lugar más íntimo, en el que pudieron hablar de sus hijas y despedirse. Allí, Juanma le entregó a su mujer la camisa blanca que llevaba, para que la tuviera de recuerdo. "Adiós cuerpo, que no se puede estar más bueno", fueron las palabras con las que despidió a su marido, afirmando también "soy la mujer más feliz del planeta".