Se conocieron en 1990, pocos meses después de la separación del boxeador y Rocío Jurado. El italiano había abierto una joyería y por aquel entonces Carrasco trabajaba con una conocida marca de relojes. Su relación se fue afianzando hasta tal punto que este fue parte fundamental a la hora de comprar el local en el que se instalaría la famosa peluquería de Raquel Mosquera. La cercanía entre los negocios hizo que Pedro Carrasco pasase mucho tiempo con él y le hiciese conocedor de sus pensamientos más íntimos.
Por ello, a Caso no le tiembla el pulso en señalar a Rocío Carrasco como una mentirosa a la hora de hablar en nombre de Pedro Carrasco. "Para mí la hija de Pedro está mintiendo por dinero". En algo sí están de acuerdo y es en el amor que el boxeador profesaba por su hija, en cambio este amor no era correspondido ya que Rociíto no trató bien a su padre en sus últimos años de vida: "A su padre en más de una ocasión no lo ha recibido. Decía que no estaba. Ella ha insinuado que su padre bebía, que su padre iba así con el coche, dando a entender que estaba borracho. Pedro no era un borracho. ¡Qué mentira!".
El italiano asegura que, efectivamente, Pedro Carrasco murió sin tener relación con Rocío Carrasco, a pesar de lo que esta ha contado: "Pedro se ha muerto sin ver a su hija, no se hablaban. Ha sufrido mucho. No le gustaba mucho la vida de su hija. Él adoraba a su hija", dando así la razón a Raquel Mosquera: "Te puedo asegurar que la versión original es la de Raquel Mosquera", decía muy seguro.
"Nunca me ha hablado mal de Antonio David"
A esto se ha sumado también una versión ya conocida en la pequeña pantalla y era de la supuesta aversión que sentía la familia de Rocío Carrasco por Fidel Albiac y la presunta manipulación a la que este la tenía sometida, algo que han repetido una y otra vez los Mohedano más mediáticos y también Antonio David Flores durante años: "Creo que sí pensaba que Fidel la había apartado de él. Cuando Rocío tuvo el accidente, Pedro tuvo dificultades para verla. Él se dio cuenta de que Fidel la tenía muy atada".
Sorprendentemente, para quien no tenía malas palabras Pedro Carrasco según su gran amigo era para Antonio David Flores, mayor causante de todos los males de Rocío Carrasco. "Nunca me ha hablado mal de Antonio David", reconocía este mostrando las diferentes opiniones que tenía de las que las parejas de su hija: "No creo que tampoco le gustase Fidel", decía en cambio.