Según una persona del entorno de la hija de Isabel Preysler, sus amigas están descubriendo un Íñigo Onieva muy diferente del que conocían y que está convirtiendo a Tamara Falcó en una persona irreconocible: "Sus amigas están desesperadas. Se han dado cuenta como esa Tamara se ha ido separando de ellas y dejándose llevar y siguen sin fiarse de Íñigo. Parte de sus amigas no lo pueden ni ver. Es un egoísta, está cieguísma", contó a 'Espejo Público' de forma anónima.
Ellas creen que su amiga no es tan feliz como aparenta en su matrimonio: "Sus amigas están deseando que sea feliz, eso está claro, pero no está claro que lo sea ahora mismo por más que suban fotos a Instagram, que si cenas, que si viajes... Ella no es feliz".
Por ello esas amigas devotas de Tamara Falcó han vuelto a hincar las rodillas y sacar sus rosarios para pedir a Dios que obre el milagro del desamor o del amor prohibido fuera del matrimonio: "Muchas de sus amigas que rezaron para que Tamara pedonara a Íñigo la primera vez que le fue infiel están ahora rezando otra vez para que Íñigo vuelva a hacerlo y no cumplan en segundo aniversario y así recuperar a la Tamara auténtica".
Porque sus amigas tienen claro que si Íñigo Onieva volviera a incurrir en el pecado capital de la lujuria y falte ahora a la palabra de Dios de amarse y respetarse en la salud y en la enfermedad Tamara Falcó no lo perdonaría como hizo la vez anterior. Pero para su desgracia, según la colaboradora Lorena Vázquez el empresario puede presumir ahora de ser un marido modélico: "En las últimas salidas sin Tamara con amigos o familia ha sido vigilando permanentemente y su trato con las chicas fue ignorarlas completamente. Y eso que él no era consciente de que había paparazzis".