La concursante considerada la más artificial de 'Gran Hermano' ha querido profundizar un poco en su engañosa apariencia y también en su relación con los distintos miembros de la casa de Guadalix, tanto a los que odia como a los que ama. Esta estudiante de Marketing e Investigación de Mercados ha afirmado en unas declaraciones para la revista Lecturas que lo que siempre quiso demostrar dentro de 'Gran Hermano' es que las apariencias engañan. Lo cierto es que, en su caso, este dicho está más que diseñado para ella pues la joven destacó ya desde el principio por sus extensiones rubio platino, sus pestañas postizas y sus uñas kilométricas de color chillón.
En cuanto a su expulsión, la exconcursante ha afirmado que su permanencia en la casa siempre ha sido gracias a los seguidores de Suso. Pese a su amistad con Raquel, la joven se siente traicionada por sus fans ya que, afirma, no la quisieron salvar frente a Ricky, un concursante que consideraba menos relevante dentro de la casa. "No soy una actriz, pero se me ha juzgado como si hiciera un papel", dijo.
"Marta querría ser como yo"
Amanda ha defendido la autenticidad de su personalidad y también que su peor enemiga dentro de la casa, Marta, siempre la ha atacado para conseguir ser el centro de atención. "Mi indiferencia era lo que más le dolía", aseguró la malagueña. Por último, esta acaba diciendo quién querría que acabara de finalista: Han, Aritz y Suso. "No quiero que lleguen a la final esas personas que están en la casa como si no estuvieran", decía refiriéndose a las chicas y demás concursantes.